Los responsables de la política de la Fed prevén que la tasa de corto plazo alcanzará un rango de 5% a 5,25% para finales de 2023.
Por Pete Romero
La Reserva Federal subió por séptima ocasión este año su principal tasa de interés con el fin de reforzar su estrategia para controlar la inflación en Estados Unidos.
Sin embargo, el banco central estadounidense anunció el miércoles un ajuste menor comparado con los cuatro previos —esta vez de 50 puntos base— e indicando que habrá más incrementos a medida que la inflación comienza a ceder.
La Fed subió su tasa de referencia medio punto porcentual a un rango de 4,25% a 4,5%, su mayor nivel en 15 años. Aunque el ajuste fue menor que los anteriores de tres cuartos de punto porcentual, la decisión elevará aún más los costos de muchos préstamos a consumidores y empresas, así como el riesgo de una recesión.
Los responsables de la política de la Fed prevén que la tasa de corto plazo alcanzará un rango de 5% a 5,25% para finales de 2023. Eso sugiere que el banco central está preparado para aumentar las tasas en tres cuartos de punto adicionales y las dejará en ese nivel hasta que termine el otro año. Algunos economistas ya esperaban un incremento de medio punto.
El ajuste se dio a conocer un día después de que se difundió un reporte que mostró que la inflación en Estados Unidos disminuyó en noviembre, por quinto mes consecutivo. El aumento anual de 7,1% —aunque sigue siendo elevado— se sitúa muy por debajo del máximo de 9,1% alcanzado en junio.
Los funcionarios de la Reserva Federal han visto algunos avances en su tarea de controlar la peor alza en los precios de las últimas cuatro décadas y volver a situar la inflación en su objetivo del 2% anual. El promedio a nivel nacional del litro de gasolina normal, por ejemplo, ha caído de 1,32 dólares en junio a 0,84 dólares (un galón estaba en 5 dólares y pasó a 3,21).
Muchas cadenas de suministro ya se desahogaron, ayudando a reducir los precios de los productos. Los datos de inflación de noviembre, mejores de lo esperado, mostraron que los precios de los coches usados, los muebles y los juguetes bajaron el mes pasado.
También bajaron los servicios, desde los hoteles a las tarifas aéreas y el alquiler de coches. Los precios del alquiler y de la vivienda también están bajando, aunque estos descensos aún no se han reflejado en los datos del gobierno.