Los efectivos explicaron que permanecer en ese lugar era peligroso, por lo que se procedió a llevarse a quienes estaban protestando.
Por José Piñeiro
La joven líder ecologista sueca Greta Thunberg fue detenida este martes en Alemania junto a otras personas durante una protesta contra la expansión de una mina de carbón en el oeste del país.
Los manifestantes fueron arrestados después de que «se separaran de la manifestación» y corrieran hacia el borde de un pozo abierto.
«El grupo está detenido», confirmó una portavoz de la policía. En unas fotos difundidas, se ve a la activista vestida de negro siendo evacuada por las fuerzas de seguridad. La Policía precisó que estaba identificando a las personas demoradas y que se decidiría más adelante qué medidas a tomar.
Las personas fueron luego alejadas de la «zona de peligro» en autobús y los agentes verificaron su identidad antes de dejarlos en libertad. Fueron retenidos durante «varias horas», ya que había muchos manifestantes, explicó el vocero, sin dar una cifra exacta del número de participantes. En ningún momento los activistas estuvieron formalmente detenidos, aseguró.
Greta fue llevada por tres policías en un lugar más alejado del borde de la mina donde anteriormente estaba sentada con el grupo. Luego fue escoltada de regreso a las camionetas de seguridad y se la vio sentada sola en un autobús. Las fuentes precisaron que la policía antidisturbios había sacado a los manifestantes del lugar pero algunos lograron esconderse entre los árboles y un túnel, y entre ellos estaba la joven de 20 años.
Los efectivos les explicaron que permanecer en ese lugar era peligroso, por lo que se procedió a llevarse uno a uno a quienes estaban protestando. Tanto la joven que sacudió al mundo con el movimiento «Viernes por el Futuro» como el resto fueron «movilizados a upa«.
Este no fue el primer capítulo del conflicto contra la mina de la empresa energética alemana RWE (Rheinisch-Westfälisches Elektrizitätswerk AG). Se trata de la «Garzweiler 2», que se ubica a unos 9 kilómetros de la ciudad Lützerath. En octubre, el gobierno alemán firmó un compromiso que permitía destruir la localidad, cuyos habitantes fueron expropiados hace varios años.
A cambio, la empresa se comprometió a dejar de producir electricidad con carbón para el año 2030, ocho años antes de lo previsto. En ese sentido, la administración de Olaf Scholtz considera necesaria la ampliación de la mina para garantizar la seguridad energética del país tras la falta de suministro de gas que llega desde Rusia, provocado por la guerra en Ucrania.
En el marco de la protesta, Thunberg calificó la ampliación de la mina de «traición a las generaciones presentes y futuras», al dirigirse a los manifestantes que marcharon hacia Lützerath. «Alemania es uno de los mayores contaminadores del mundo y tiene que rendir cuentas», afirmó.
Para impedir la desaparición de esta localidad alemana, situada en la cuenca renana -entre Düsseldorf y Colonia- cerca de 300 activistas ocuparon el pueblo. Los dos últimos abandonaron el lugar este lunes, tras la operación policial de desalojo de su campamento. Los manifestantes enarbolaban pancartas con frases como «Frenen al carbón» y «¡Lützerath vive!».
La última protesta congregó a más de 15.000 personas, acorde a las cifras aportadas por la policía, y terminó con enfrentamientos que dejaron una decena de heridos.