Cuadrangular de Harold Castro en el inning 10 sepultó las aspiraciones de los Navegantes de lograr su primer triunfo en el estadio Universitario.
Nota de prensa
Los Leones del Caracas cerraron por todo lo alto el Round Robin al dejar en el terreno nada más y nada menos que a su Eterno Rival, Navegantes del Magallanes, en 10 innings, con pizarra de 3 a 2.
Como si no hubiese bastado endósales una nueva derrota, los capitalinos le propinaron una fuerte zancadilla a los carabobeños con respecto a sus aspiraciones de trascender a la última instancia del torneo, dejando sus posibilidades en manos de otros.
Magallanes depende ahora de una combinación que le permita derrotar a Cardenales y que Aragua venza a Tiburones para forzar un juego extra con La Guaira y definir de esta manera al rival del Caracas.
Harold Castro se erigió como el gran ejecutor de los filibusteros. El grandeliga, en otra de sus noches mágicas, encontró un momento oportuno para sacar el que fue apenas su primer jonrón de todo el campeonato 2022-2023, un elevado alto por todo el jardín central. Apenas la pelota tocó el cemento de las gradas, el Estadio Universitario de Caracas, o gran parte de la inmensa fanaticada que estuvo presente allí para ver el juego, estalló eufórica.
Fue así como el utility, que cerró la jornada de 5-4, le puso punto final a un emocionante choque entre los Eternos Rivales, en el que reinó la paridad y el buen pitcheo, de principio a fin, contrario a los que muchos pudieron imaginar al estar involucrado un equipo que lo único que se jugaba era el honor, como lo era el de los melenudos.
Con todo y su anticipada consecución del boleto a la final, el mánager José Alguacil no se guardó nada y aprovechó un escenario ideal para encimar en la lomita a J. C. Ramírez, quien fue uno de sus abridores más destacados de la ronda regular, pero que en la postemporada no había podido rendir dividendos.
Al nicaragüense, que llegó al encuentro con dos aperturas desafortunadas, le era imperante contar con una buena jornada para convencer al cuerpo técnico de mantenerlo en la nómina de la etapa decisiva. Sin todavía una decisión oficial, por el momento parece haber conseguido su objetivo, porque exhibió una mejora notable en su rendimiento al trabajar cuatro capítulos completos, de solo dos anotaciones, cinco hits, una base por bolas y cuatro ponches.
Una de las rayitas se la marcaron en el tercer acto, cuando Rayder Ascanio le abrió con hit, se movió a la segunda tras rodado de Edwin García y anotó con doblete por el centro del dominicano Rainel Rosario.
En ese momento el partido se igualó a uno, porque el Caracas ya había pasado por la registradora en el primer episodio ante el mexicano David Reyes y con José Rondón como productor con un imparable corto a la izquierda, que metió hasta el plato a Wilfredo Tovar.
Ramírez volvió a sucumbir en el cuarto acto para admitir su segunda carrera del encuentro, en esta ocasión con Robinson Chirinos como su antagonista, al conectarle un imparable a la izquierda, remolcador de Moisés Gómez, quien instantes antes y luego de dos outs, le pegó un tubey. El juego se volvió a igualar. Sí, porque en el cierre del acto tres, Leones se había ido arriba gracias a Wilfredo Tovar y su segundo incogible del día, uno hacía la izquierda, suficiente para que Alí Castillo anotara desde la segunda, almohadilla alcanza con una base robada.
El centroamericano sacó el cuarto sin mayor problema, pero no pudo ir más allá, aunque salió a la quinta entrada, no pudo sacar ni un out a causa de molestias físicas.
Por Navegantes, Reyes pudo transitar solo 2.1 innings, antes de ser relevado por Nivaldo Rodríguez, que cumplió otra extraordinaria faena de 2.2 episodios, de tan solo un hit, un par de transferencias a la inicial y mismo número de abanicados.
Mientras que, por el lado de los locales, Alfred Gutiérrez, como sustituto inmediato de Ramírez, lanzó una entrada sumamente dominante, al retirar a los tres que vio, dos de ellos por la vía de los tres strikes.
Miguel Socolovich, Ricardo Rodríguez, José Mújica y Silvino Bracho cumplieron con la tarea de contener a los complicados bates navieros, con uno que otro titubeo, que nunca pasó a mayores. El joven Ángel Acevedo, el foráneo Alex Tovalín, el zurdo Robert Zárate y Anthony Vizcaya hicieron exactamente lo propio para el timonel Yadier Molina y el choque, sin movimientos de carreras entre el quinto y noveno inning, se vio forzado a dirimirse en entradas extras.
En el episodio diez, Leones tuvo sobre la lomita al también oriundo de México, el derecho David Gutiérrez, quien había tenido salidas previas errantes. Comenzó bien su faena al retirar al segundo y tercer bate magallaneros de manera sucesiva; empero, se le enredaron las acciones cuando Renato Núñez le pegó doblete a la zona derecha, le obsequió un boleto a Luis Torrens y admitió un infieldhit a Alberth Martínez para congestionar las almohadillas.
Le tocó encarar al joven slugger Moisés Gómez con toda la afición de pie en el parque de la UCV y en conteo de 2 y 2, pudo hacerlo abanicar la brisa para difuminar con el peligro y regocijarse eufórico junto con sus compañeros y bajo los aplausos de su gente.
Sin poder capitalizar, Molina le dio cabida en el compromiso al californiano Jake Sánchez y este, por segunda presentación al hilo, le falló al ser la víctima del batazo de Harold Castro, que hundió a una nave turca, que se quedó corta en sus aspiraciones de acabar con la racha negativa de 11 derrotas en 11 desafíos en el Universitario, cadena que ahora se extendió a 12.