Ya sabemos a qué viajó José Luis Rodríguez Zapatero a Caracas. El régimen de Nicolás Maduro liberó al ex jefe de la agencia de inteligencia de su propio gobierno cinco años después de haber sido arrestado por supuestamente instigar una rebelión contra el Poder Ejecutivo.
Rodríguez Torres, quien cayó en las malas con el madurismo luego de estar también en el foso de las simpatías del mundo opositor, fue puesto en libertad el sábado por la mañana. Según el periodista Vladimir Villegas, el ex ministro del Interior fue liberado después de una audiencia de presentación en la Corte Marcial.
«La juez del Tribunal 1 de Control en casos de terrorismo decidió ponerlo en libertad luego de que el Ministerio Público solicitara anular la orden de captura», tuiteó Villegas. Pero Rodríguez Torres no gozará en Venezuela de su libertad. Se va a España, en donde planea vivir en el exilio. Fuentes cercanas a su familia aseguran que viajará a ese país con el expresidente del gobierno español Zapatero.
Zapatero se reunió con Maduro en el palacio presidencial de Caracas a principios de esta semana.
La liberación de los presos políticos es uno de los principales puntos de honor en las negociaciones que los miembros de la oposición venezolana mantienen con el gobierno. La oposición, representada en la Plataforma Unitaria Democrática, presiona para que Maduro cumpla con las liberaciones antes de recibir a cambio más alivio de sanciones por parte de Estados Unidos y el resto de los aliados.
El año pasado, Maduro liberó a varios presos estadounidenses, entre ellos ejecutivos petroleros y un ex marine, a cambio de la excarcelación de dos familiares que cumplían condenas por narcotráfico en Estados Unidos.
Rodríguez Torres se convierte en el militar de más alto rango que obtiene la libertad en años. Fue aliado del difunto presidente Hugo Chávez, participó en el intento de golpe de 1992 y ascendió en el sistema chavista hasta convertirse en director de la agencia nacional de inteligencia.
Tras la muerte de Chávez en 2013, Rodríguez Torres fue ministro del Interior de Maduro, siendo uno de los principales señalados de la represión durante los primeros años del actual régimen. Le tocó contener las protestas de «La Salida» en 2014 y se le acusa de sentar las bases de la infame «La Tumba», lugar que ha sido señalado de ser el epicentro de torturas de la policía política. Sin embargo, el mayor general se desilusionó con el madurismo y llegó a liderar un grupo de disidentes que criticaba al gobierno. Fue arrestado en 2018 bajo el cargo de instigación, que negó. Desde entonces ha estado recluido en una prisión militar a la espera de juicio.