Con casi el 93% de los votos escrutados, Petr Pavel recibió un 57% de apoyo frente a Andrej Babis.
Por José Piñeiro
Petr Pavel, paracaidista y ex general de la OTAN será el nuevo presidente de la República Checa tras lograr la victoria en una segunda ronda que dominó cómodamente al ex jefe de Gobierno populista Andrej Babis, quien pese a su derrota seguirá siendo el principal líder de la oposición.
«Mi Presidencia sólo tendrá éxito cuando todos triunfemos juntos porque la única manera de solucionar los problemas es la cooperación», afirmó Pavel cuando el escrutinio daba por segura una victoria que atribuyó a «la verdad, la dignidad, el respeto y la humildad porque son esos los valores que han ganado en estas elecciones», resaltó.
Con casi el 93% de los votos escrutados, Pavel recibió un 57% de apoyo frente a Babis.
La victoria de Pavel, aunque con funciones principalmente protocolarias, marcará un nuevo rumbo en la Jefatura del Estado que los socios europeos recibirán con agrado. De corte liberal-conservador, Pavel, de 61 años, sustituirá actual presidente Milos Zeman (78), una figura controvertida y simpatizante del dictador ruso Vladimir Putin.
Su vocación atlantista quedó de manifestó con su apoyo a Ucrania y disposición a que el país se sumara a la ayuda militar que proporcionarán otros países europeos, pese a que el primer ministro, Petr Fiala, lo ha descartado. La República Checa cuenta sólo con un tanque Leopard pero recibirá a lo largo del año una unidad, una entrega que en esa situación de precariedad no transferirá a Kiev.
«En el ejército he servido a todos, sin perjuicio de las preferencias políticas. Ucrania necesita ayuda militar y humanitaria«, repetía Pavel, jefe del Estado mayor del Ejército checo y director del comité militar de la OTAN de 2015-18. Su mantra en campaña ha sido «restablecer el orden» y dirigir con calma y experiencia la República Checa, país de la UE y la OTAN.
La convergencia del ex general con Occidente en relación a Ucrania y su intachable hoja de servicios han sido determinantes en las urnas. Su rival, Babis, uno de los hombres más ricos del país, fue acusado de corrupción y mal uso de fondos comunitarios. Los fiscales acusaron a Babis de participar en la obtención ilegal de subvenciones de la UE por valor de dos millones de euros en 2008 para un balneario llamado Nido de Cigüeña. El complejo, situado cerca de Praga, es propiedad de miembros de la familia de Babis quien fue finalmente absuelto, pero su candidatura estuvo marcada por el escándalo, incluido amenazas de muerte a su familia, si bien Pavel también sufrió amenazas y algunos medios incluso le dieron por muerto.
Babis, que contaba con el apoyo del todavía presidente Zeman, ha luchado hasta el final por volver a la política desde lo más alto. No escatimó en ataques al rival y sembró el miedo en la población con Ucrania como fondo, sugiriendo que Pavel, antiguo soldado, podría arrastrar a los checos a una guerra mayor.