La artillería, los drones y los misiles rusos llevan meses golpeando incansablemente zonas del este de Ucrania, controlado por Kyiv.
Por José Piñeiro
Las fuerzas rusas siguen tratando de romper las defensas ucranianas en el este del país, dijo el Estado Mayor Conjunto ucraniano el miércoles, mientras Moscú trata de ganar impulso en vísperas del primer aniversario de su invasión.
La artillería, los drones y los misiles rusos llevan meses golpeando incansablemente zonas del este de Ucrania, controlado por Kyiv, alcanzando objetivos civiles de forma indiscriminada y causando destrucción, mientras la guerra se ralentizaba hasta llegar a un estancamiento durante el invierno. El Kremlin está hambriento por lograr algunos éxitos en el campo de batalla tras meses de reveses.
Con el primer aniversario de la guerra rusa y un mejor clima por la cercanía de la primavera en el horizonte, funcionarios y analistas occidentales dicen que los combates podrían estar acercándose a una fase crucial en la que ambos bandos tratarían de lanzar ofensivas.
El Kremlin busca asegurar las provincias orientales que se anexionó de forma ilegal el pasado septiembre — Donetsk, Jersón, Luhansk y Zaporiyia — donde dice que su autoridad es bienvenida. Los separatistas prorrusos controlan desde 2014 parte de Donetsk y de la vecina Luhansk, que forman el corazón industrial del país, el Donbás.
“El enemigo, tratando de hacerse con el control total de las regiones de Donetsk y Luhansk, sigue centrando sus principales esfuerzos en llevar a cabo operaciones ofensivas en las zonas de Kupiansk, Lyman, Bájmut, Avdiivka y Shakhtarsk”, reportó el ejército ucraniano refiriéndose a ciudades en las dos provincias y en el extremo oriental de la vecina Járkiv.
En medio de los combates, voluntarios de la Cruz Roja ucraniana trasladaban a pacientes con problemas de movilidad desde hospitales de Donetsk a trenes medicalizados operados por Médicos Sin Fronteras que los evacuan a zonas más seguras del país.
Los enfrentamientos están mermando los arsenales tanto de Rusia como de Ucrania. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtió a principios de semana que Ucrania está gastando munición mucho más rápido de lo que sus aliados pueden suministrársela.
La producción industrial militar rusa “se está convirtiendo en una debilidad crítica”, indicó el Ministerio de Defensa británico el miércoles.
Por su parte, funcionarios estadounidenses de Defensa insisten en que Irán está ayudando al Kremlin a mantener sus ataques con el envío de aviones no tripulados.
La defensa continuada de Bájmut, una ciudad minera que desde hace meses es un objetivo clave de la campaña rusa en el este, ha sido “estratégicamente acercada” porque frenó el impulso de Moscú, según un centro de estudios estadounidense.
El operativo de Kyiv ha “degradado de forma significativa las fuerzas rusas”, incluyendo unidades del Grupo Wagner, un contratista militar privado ruso, dijo el Instituto para el Estudio de la Guerra el martes en la noche.
Algunos analistas habían dudado de la conveniencia de que Ucrania se aferrase a Bájmut porque podría mermar las posibilidades de su esperada ofensiva de primavera.
La guerra ha causado un sufrimiento generalizado y la economía global, especialmente en las naciones emergentes, sigue padeciendo sus consecuencias.