Ortega quitó la nacionalidad el pasado miércoles a 94 ciudadanos -con lo que sube a 317 la cifra de apátridas en los últimos días- por sus críticas hacia Ortega.
Por Pete Romero
Los escritores nicaragüenses Sergio Ramírez y Gioconda Belli agradecieron este domingo al primer mandatario chileno Gabriel Boric por «no callar sobre Nicaragua», donde el gobierno de Daniel Ortega ha privado de la nacionalidad a 317 opositores y críticos, incluidos los famosos intelectuales.
«Muchas gracias presidente @GabrielBoric por encarnar la dignidad y la entereza al no callar sobre Nicaragua. Un abrazo», escribió en Twitter Ramírez, Premio Cervantes 2007 y exiliado en España.
Muchas gracias presidente @GabrielBoric por encarnar la dignidad y la entereza al no callar sobre Nicaragua. Un abrazo. https://t.co/Cv5r8lRrG6
— Sergio Ramírez (@sergioramirezm) February 19, 2023
En un mensaje en esa red social, Boric envió un abrazo fraterno a Ramírez, a Belli, al periodista Carlos Fernando Chamorro, a la feminista Sofía Montenegro «y a todos quienes Ortega ha pretendido despojarlos de su nacionalidad nicaragüense».
«No sabe el dictador -en alusión a Ortega- que la patria se lleva en el corazón y en los actos, y no se priva por decreto», añadió el presidente chileno.
Por su lado Belli, autora de la novela «El país de las mujeres», ganadora del Premio Latinoamericano de Literatura La Otra Orilla 2010 y también exiliada en España, elogió a Boric, el único presidente latinoamericano que ha condenado a Ortega por declarar apátridas a 317 nicaragüenses.
Gracias Presidente Boric, su correo enciende luces nuevas en América Latina. Gracias por la ternura de su solidaridad. @GabrielBoric https://t.co/VWn0enfLEb
— Gioconda Belli (@GiocondaBelliP) February 19, 2023
«Gracias por ser consecuente y por apoyar un estado de Derecho y la demanda democrática en Nicaragua y Latinoamérica», tuiteó la galardonada con el Premio Biblioteca Breve de Seix Barral 2008.
Colombia y México han reaccionado con cautela, en tanto Brasil y Argentina han guardado silencio, al igual que el resto de los países centroamericanos.
Nicaragua quitó la nacionalidad el pasado miércoles a 94 ciudadanos -con lo que sube a 317 la cifra de apátridas en los últimos días- por sus críticas hacia Ortega.
Los 94 nicaragüenses -defensores de derechos humanos, sacerdotes, ambientalistas, disidentes sandinistas, estudiantes, empresarios y comerciantes, entre otros- han sido también despojados del derecho a la propiedad, acusados de delitos contra el Gobierno y declarados prófugos de la Justicia.
Entre quienes fueron despojados de la nacionalidad nicaragüense figura el obispo Rolando Álvarez, quien el 9 de febrero se negó a ser desterrado a Estados Unidos junto con las otras 222 personas y al día siguiente fue condenado a 26 años y 4 meses de cárcel por «conspiración».