*** La victoria de Capriles en la consulta interna de Primero Justicia cayó como un plomo en Voluntad Popular, considera el autor.
Por Francisco Poleo
La victoria de Capriles en la consulta interna de Primero Justicia ha desatado los demonios…en Voluntad Popular. Los formadores de opinión de la tolda naranja reaccionario virulentamente…en contra del G3.
Sí, G3, porque los de Leopoldo López no perdonan lo ocurrido con el gobierno interino y ahora hablan de la alianza con Acción Democrática, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo como un ente alienígena con el que ellos nunca tuvieron que ver. Como si Leopoldo, después del dibujo libre del 2014, que dio sólo con él tras las rejas como si hubiera sido el único responsable, no hubiera jugado cuadro cerrado con los otros tres grandes partidos de la oposición. Como si Guaidó no hubiera terminado siendo presidente interino de Venezuela gracias a que Voluntad Popular formaba parte del G4.
Ese Frankenstein de 2014, el de los socialdemócratas López y Ledezma con la conservadora Machado, no se repetirá. María Corina nunca se ha sentido cómoda jugando en equipo, pero ahora menos cuando está en su mejor momento en las encuestas.
VP, sin alianzas a la vista, corre el riesgo de ser un partido a la deriva. Y partido a la deriva es partido desaparecido. Ya que está en España, Leopoldo puede documentarse de primera mano sobre el caso de Ciudadanos.
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