El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, presentó un informe de la Oficina de Antinarcóticos al Congreso, en el que se describe un aumento en la producción y tráfico de drogas ilícitas en Venezuela.
Según el informe, el régimen de Nicolás Maduro depende cada vez más del dinero proveniente del narcotráfico para mantenerse en el poder debido a las crisis económicas en curso y a la falta de cooperación internacional.
La investigación también señala que esta actividad ha permitido al régimen de Maduro cooperar con actores armados no estatales y elementos criminales, lo que ha proporcionado las condiciones ideales para las operaciones de narcotráfico y la violencia asociada.
En diciembre de 2020, la Comisión sobre Política de Drogas para el Hemisferio Occidental ya había advertido que Venezuela era «el ejemplo más extremo» del impacto devastador del crimen organizado en la región. En septiembre de 2022, Estados Unidos reveló su memorando sobre países productores de drogas en el que señaló a Venezuela como país de creciente elaboración, a lo que el régimen de Maduro respondió como «profundamente injerencista».