Credit Suisse

¿Qué ha fallado en el Credit Suisse?

Una política empresarial que provocó cuantiosas pérdidas financieras y una estrategia de reestructuración que recortará 9.000 empleos.

Por Matthew Allen – Publicado en swissinfo.ch

¿Qué sucedió? 

Una credibilidad que se vio aún más socavada con las inversiones que el Credit Suisse hizo en la firma financiera británica Greensill Capital y el fondo estadounidense Archegos Capital Management, que colapsaron en 2021.

Es altamente improbable que se recupere la totalidad de los 10 000 millones de dólares (9 200 millones de francos suizos) invertidos en fondos de Greensill que pertenecían a los clientes. Y aunque Credit Suisse no fue el único banco afectado por Archegos, sí enfrentó las pérdidas más significativas (5 500 millones de dólares) con respecto a sus rivales.

El regulador financiero suizo, FINMA, acusó al banco de ignorar deliberadamente más de 100 señales de alarma cuando, en busca de ganancias fantasma, iba caminando hacia el precipicio.

¿Cómo sucedió todo? 

Realizar un análisis retrospectivo que concluya que existía una cultura de riesgo autodestructiva es la parte fácil. Es mucho más difícil, en cambio, explicar por qué se permitió que sucediera, especialmente cuando tantos analistas insisten en que, por su obviedad, muchos riesgos eran fáciles de detectar.

En estas circunstancias, el dedo flamígero apunta al liderazgo del banco.

El director general de Credit Suisse, Oswald Grübel, aseguró que el deterioro comenzó en 2007, cuando él fue reemplazado por el jefe estadounidense de banca de inversión, Brady Dougan.

«Era el único negocio que le interesaba», dijo Grübel al periódico Blick en octubre pasado. «Fortaleció el negocio (de la banca de inversión) porque los incentivos financieros son mucho mayores allí. La banca privada y los negocios centrados en Suiza no eran su prioridad».

Pero, aunque los sucesores de Dougan en la Dirección General predicaron una mayor responsabilidad en materia de riesgos, tras la partida del estadounidense en 2015, esto no pareció suceder.

Los responsables de las áreas de riesgo y cumplimiento normativo del Credit Suisse, contratados mucho después de que Dougan partiera, son parte del equipo directivo considerado como responsable del más reciente naufragio financiero del banco.

Otros observadores culpan directamente al presidente del banco, Urs Rohner, quien estuvo al frente de la institución entre 2011 y 2021.

Las consecuencias 

El balance final: un aumento de las pérdidas financieras, el desplome del precio de las acciones del banco (pasaron de valer 84 francos suizos en 2007, a 3 francos actualmente), un éxodo de clientes acaudalados y una rápida erosión de la credibilidad del banco.

El banco es tan importante para la economía suiza, no obstante, que la autoridad reguladora financiera lo considera en la categoría de «demasiado grande para quebrar». 

Y Credit Suisse posee también otro valor relevante, pero menos tangible. Fue fundado en 1856 por el emblemático industrial Alfred Escher para sumarse a la tarea de financiar el sistema ferroviario suizo, un pilar crucial del renacimiento industrial de Suiza.

Esto explicaría el por qué tantos suizos culpan de los actuales problemas del banco a la comisión de excesos realizada por los dirigentes anglosajones, quienes debilitaron las raíces helvéticas de Credit Suisse.

¿El renacimiento?  

El nuevo equipo directivo de Credit Suisse ha puesto en marcha una reestructuración radical que prevé deshacerse parcialmente de sus unidades comerciales de más riesgo, un recorte de empleos y nuevas aportaciones de capital, principalmente de Oriente Medio. 

«El banco se apoyará en sus franquicias líderes de Wealth Management (gestión de patrimonios) y Swiss Bank (banca doméstica)», prometió Credit Suisse en octubre de 2022. 

«Seguiremos totalmente centrados en impulsar la transformación de nuestra cultura empresarial, al tiempo que trabajamos en mejorar los procesos de control y gestión de riesgos», expresó recientemente el presidente Axel Lehmann.

Para el Credit Suisse, esta no es la primera vez en los últimos años que se considera que deberá hallar el mejor camino para salir de una encrucijada.