El dictador ruso Vladimir Putin ha sido objeto de una orden de captura emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) por los crímenes cometidos en Ucrania. La CPI abrió dos casos de crímenes de guerra contra Rusia el 14 de marzo por secuestrar a niños ucranianos y atacar deliberadamente la infraestructura civil de Ucrania. La orden emitida este viernes alega que Putin es «presuntamente responsable del crimen de guerra de deportación ilegal de población (niños) y del traslado ilegal de población (niños) de las áreas ocupadas de Ucrania a la Federación Rusa».
Para emitir la orden de captura, el fiscal jefe de la CPI, Karim Khan, debió presentar los cargos ante un panel de jueces de instrucción que ya habían verificado que se cumplen los estándares legales y pruebas suficientes para llevar a Putin ante la justicia.
La CPI puede juzgar crímenes de guerra y contra la humanidad que puedan haber cometido en Ucrania las fuerzas rusas al mando de Putin. Sin embargo, para lograr la detención del autócrata ruso necesita de la cooperación internacional para que policías o jueces de Estados parte del Estatuto de Roma hagan efectiva la detención.
Moscú ya ha recordado que Rusia no reconoce la jurisdicción de la CPI y ha rechazado las acusaciones de crímenes de guerra. El portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, declaró el pasado 14 de marzo que «No reconocemos este tribunal, no reconocemos la jurisdicción de esta corte. Así es como tratamos este asunto». A pesar de ello, investigadores internacionales y ucranianos han reunido pruebas contundentes de una serie de atrocidades cometidas por las fuerzas rusas desde los primeros días de la invasión.
Kyiv, feliz
La orden de captura emitida contra Putin ha generado diversas reacciones internacionales. El gobierno ucraniano ha recibido con agrado la noticia, mientras que Rusia ha rechazado rotundamente las acusaciones y ha tachado la orden de «política».
La Unión Europea ha manifestado su apoyo a la decisión de la CPI y ha pedido a Rusia que coopere con la justicia internacional. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha expresado su solidaridad con Ucrania y ha pedido a Rusia que «ponga fin a su agresión y cumpla con sus obligaciones internacionales».
Por su parte, Estados Unidos ha calificado la orden de captura como un paso importante en la lucha contra la impunidad en Ucrania y ha instado a Rusia a respetar la ley internacional.
Por qué importa: La orden de captura contra el autócrata ruso representa un hito histórico en la lucha por la justicia internacional y la protección de los derechos humanos. La CPI ha demostrado su capacidad para investigar y juzgar crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos por los líderes de los países más poderosos del mundo, lo que supone una advertencia para aquellos que piensen que están por encima de la ley internacional.