Por Carlos Reus – Publicado en eleconomista.es
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, rompió el calendario y adelantó las elecciones generales al próximo 23 de julio. Lo hace después de asumir la derrota del PSOE ayer en los comicios autonómicos y municipales, en los que el PP le arrebató cuatro feudos socialistas, se alzó con la mayoría absoluta en la Comunidad de Madrid y La Rioja, y sumó más de 1,7 millones de votos con respecto a 2019.
«Asumo en primera persona los resultados y creo necesario dar una respuesta. Muchos presidentes con gestiones impecables han dejado de serlo. Todo esto aconseja una clarificación de los españoles sobre las fuerzas políticas que deben liderar esta fase. Lo mejor es que los españoles tomen la palabra para definir el rumbo político del país», ha dicho el jefe del Ejecutivo minutos antes de revelar la celebración del Consejo de Ministros extraordinario -que tendría lugar esta tarde- en el que se firmará el decreto por el que se convoca la cita con las urnas.
De esta manera, Sánchez se encomienda al rapapolvo pasajero y confía en que el castigo se quede en un 28M negro para partido socialista. El adelanto aspira a movilizar el voto de la izquierda, revolcado tras unas elecciones trágicas en las que el PSOE perdió sus grandes feudos reconquistados años atrás. Todo dependerá del acierto de los partidos a la izquierda de Sánchez, a quien las urnas han enviado un claro mensaje en contra de la escisión y en favor de la unidad electoral.
Reanima al PSOE
Con su decisión, Sánchez no da tiempo a que los suyos caigan en el letargo y pone a trabajar a su gente desde el minuto uno para tratar de endulzar el amargo trago de la debacle firmada ayer. La fecha no es casual. El 23 de julio muchos de los gobiernos autonómicos seguirán sin conformarse y otros habrán dado sus primeros coletazos marcados por las extravagantes exigencias que Vox ponga sobre la mesa a los populares.
En frente, el presidente del Gobierno se presenta como la opción solvente y estable, como el voto útil capaz de revertir la fractura de la izquierda. Por su parte, Núñez Feijóo podría encontrarse con serios problemas para conformar todas las listas electorales tras haber quemado sus cartuchos el pasado 28 de mayo.
Fuerza la alianza a su izquierda
También fuerza a Yolanda Díaz y Ione Belarra, que deben decidir ya si apuestan por integrar con Podemos en Sumar, o si por el contrario mantienen la brecha de egos que les ha llevado a desastre electoral. La ley electoral (LOREG) da diez días a las formaciones para conformar sus coaliciones una vez el BOE recoja la celebración de las elecciones. De no llegar a un acuerdo, ambos partidos se verán obligados a presentarse -de nuevo- por separado.
Minutos después del anuncio del jefe del Ejecutivo, la vicepresidenta segunda daba pinceladas de ello. «El mensaje recibido anoche fue muy claro: hay que hacer las cosas de otra manera. Sin distracciones. Desde este mismo momento estamos trabajando para ganar el próximo 23 de julio», ha dicho Díaz en un mensaje publicado a través de sus redes sociales.
Un testigo recogido minutos después por la secretaria general de Podemos. Belarra anunció que ambos partidos habrían ya abierto negociaciones para consumar su alianza. «Nuestra formación trabaja ya darle a la ciudadanía progresista la noticia que tanto tiempo lleva esperando. Para que este espacio político se presente unido a las elecciones y salgamos a ganar», aseguró en una rueda de prensa celebrada esta mañana. Podemos sufrió el domingo un fuerte revés electoral. Las urnas despojaron a Ada Colau de la alcaldía de Barcelona, y la formación también se quedó fuera de la Asamblea de Madrid, uno de los parlamentos sobre el que hizo girar su estrategia electoral.
Presidencia de la UE
La fecha tampoco es casual con respecto a la exposición prevista para Sánchez a nivel internacional, uno de sus fuertes. El 4 de julio, asumirá la presidencia rotatoria de la Unión Europea en Bruselas, el 13 de julio dará su discurso en Pleno de Estrasburgo y protagonizará varios actos en el marco de la presidencia en Valladolid, Madrid, Vigo, Logroño, San Sebastián, Bilbao, Santander y Las Palmas.
En la recta final de la campaña electoral, tendrá lugar la cumbre entre la UE y Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en La Alhama de Granada los días 17 y 18 de julio.
Roba protagonismo a Feijóo
El presidente del Gobierno consigue además restar el protagonismo propio de una jornada postelectoral a Núñez Feijóo, que debe recomponer sus filas para medirse con él en algo más de mes y medio.
Las expectativas -además- juegan contra el líder del PP. Tras lo ocurrido ayer, la derecha da por hecho el asedio a la Moncloa, sin embargo, los tiempos corren lento en la política, y el paso de los días puede disolver en la práctica las metas emocionales generadas ayer en el balcón de la calle Génova, 13 de Madrid, donde Feijóo declaró un cambio de ciclo político para España.
Resaca electoral
El PP adelantó en tres puntos al PSOE en el recuento de las municipales y, además, los socialistas cedieron parte del poder territorial al perder seis de las nueve comunidades autónomas que gobernaba. Solo Emiliano García Page retuvo con mayoría absoluta Castilla-La Mancha. Los socialistas podrán seguir al frente de Asturias, con apoyo de IU y Podemos, y de Navarra, donde María Chivite buscará el respaldo de sus actuales socios.
Con algunas tareas en el tintero, Sánchez no ha olvidado en su discurso ni la pandemia ni la guerra en Ucrania. «España encara una senda clara de crecimiento, creación de empleo y cohesión social», ha dicho, poniendo énfasis en que el Gobierno ha sacado adelante durante la legislatura las «grandes reformas comprometidas» al llegar a Moncloa. Además, ha recordado que próximamente España ostentará la presidenta de turno del Consejo de la Unión Europea en un momento geopolítico clave, por lo que apuesta por llegar a ese momento «con las dudas solventadas» en las urnas.
La noche fue dura en Ferraz, pero dulce en la sede popular. El desánimo socialista, contrastó con la euforia que se respiró en Génova, que volvió a vivir una nueva noche dorada. Escoltado por Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida -ambos consiguieron mayoría absoluta-el líder popular, Alberto Núñez Feijóo salió al balcón de la calle Génova, 13, para celebrar la victoria. «Es la primera vez que estoy en este balcón», dijo Feijóo que saboreó su momento, «hemos recuperado la mejor versión de nuestro partido, aquel PP grande, que sintonizaba con la mayoría de España, centrado y ancho donde cabe la inmensa mayoría de los españoles. España ha iniciado un nuevo ciclo político, es la victoria de otra forma de hacer política. España nos ha dado su confianza», dijo el líder popular.