El primer ministro de India, Narendra Modi, visita Washington. Entre los objetivos del viaje se cuenta reforzar los lazos económicos y militares de ambos países.
Por Janelle Dumalaon – Publicado en dw.com
Es la primera visita de estado a EE. UU. del primer ministro indio, Narendra Modi, quien fue recibido con honores por el presidente estadounidense, Joe Biden. Los acuerdos de defensa y tecnología ocupan un lugar destacado en la agenda.
El programa también incluye una alocución ante el Congreso, siendo uno de los pocos líderes extranjeros a los que se les otorga tal privilegio.
De ‘persona non grata’ a la alfombra roja
En 2005, a Modi se le negó la entrada a Estados Unidos, acusado de no haber detenido los disturbios mortales contra los musulmanes en 2002 en el estado de Gujarat, donde fue gobernador. Pero ahora, en 2023, la situación ha cambiado significativamente.
Modi ha sido primer ministro durante casi una década, y el influjo de India ha ido en constante ascenso en el escenario mundial.El país cuenta con una diáspora grande e influyente, que incluye jefes de compañías tecnológicas globales como Microsoft y la matriz de Google, Alphabet. Además, ha superado a China en número de habitantes y más de la mitad de su población está compuesta por jóvenes.
Sin embargo, quizás lo más importante es que el estatus de India, como rival regional de una China cada vez más asertiva, refuerza su influencia geopolítica y empuja a Nueva Delhi y Washington hacia una cooperación cada vez más estrecha.
«India está amenazada por China, EE. UU. ve a China como la mayor amenaza de seguridad en el siglo XXI. Esa es la causa común que los une», dice a DW Irfan Nooruddin, profesor de la Escuela de Servicio Exterior de la Universidad de Georgetown.
Pero, como telón de fondo, está la cuestión de la democracia en India. «Hay cuestiones sobre su historial de derechos humanos: el trato que da a las minorías religiosas, a la prensa y a la sociedad civil. Biden ha hecho de la democracia frente a la no democracia el principio rector de su política exterior. Desde esta perspectiva, todo sería mucho más conveniente si India fuera una democracia próspera y floreciente». Otras voces arguyen que, aunque imperfecta, India es una democracia, y es, en cualquier caso, un socio mucho más abierto y transparente que China en materias de economía y defensa.
«Desde una perspectiva estratégica, económica y de valores, algo que ha hecho atractiva a India es que es una democracia. Creo que Estados Unidos ha reconocido que eso incluye aceptar a quién eligen los votantes indios y reconocer las limitaciones de Estados Unidos a la hora de actuar en los asuntos internos de India», dice Tanvi Madan, directora de ‘The India Project’ en la Institución Brookings, en Washington, DC.
Estados Unidos, India y el resto del mundo
Una mayor inversión de EE. UU. en India y la apertura de su economía tendrían amplias implicaciones para el comercio mundial, a medida que las cadenas de suministro se alejan de China y se amplían para conectar el sur de Asia con EE. UU., quizás a través de Medio Oriente y África. Pero hay quien apunta que el estrechamiento de los lazos de cooperación en materia de defensa entre Nueva Delhi y Washington podría aumentar las tensiones geopolíticas.
«En el lado negativo, creo que podría haber una China mucho más a la defensiva y potencialmente mucho más insegura, porque ya no sería solo EE. UU. la amenaza persistente, sino también una India mucho más fuerte», dice Nooruddin.
Por su parte, Tanvi Madan señala que fue precisamente la asertividad china la que desencadenó la necesidad de estrechar los lazos entre Estados Unidos e India. «Si China no quería ver una relación estrecha entre Estados Unidos e India, tal vez debería haber sido menos afirmativa ante India», dice Madan. Y prosigue: «Cualquiera que conozca India, sabe que es un país que valora su independencia y al que, en realidad, no necesariamente le gusta alinearse. Pero, si hay un desafío mayor, supera esos recelos».
Ese desafío estará en el núcleo de lo que promete ser un esfuerzo de años para reforzar los lazos militares y económicos entre EE. UU. y la India. Y eso es lo estará en la mente de Modi en Washington: cimentar una alianza que podría tener consecuencias para el mundo.