El centro de refinación Shandong en China ha comenzado a liberar millones de barriles de petróleo de Venezuela e Irán que estaban retenidos en los puertos debido a inspecciones aduaneras que habían detenido las importaciones, según informaron fuentes comerciales a Reuters.
Las autoridades chinas empezaron las inspecciones después de encontrar cargamentos incorrectamente etiquetados como betún diluido o mezcla de betún, en un intento de evadir las estrictas cuotas de importación de crudo impuestas por Pekín.
Los cargamentos ahora se están liberando luego de que las autoridades plantearon medidas para permitir su salida de los tanques de almacenamiento, y esto ocurre tras la relajación de las restricciones impuestas a Shandong, una principal provincia importadora de petróleo, a mediados de abril.
Según estimaciones de tres comerciantes, la mayor parte del petróleo varado, más de 10 millones de barriles, se originó en Venezuela e Irán. Para eludir las sanciones de Estados Unidos a estos dos exportadores, los comerciantes habían renombrado los cargamentos como mezclas de betún procedentes de Malasia.
Desde finales de 2019, las refinerías independientes de China, principalmente en Shandong, se han convertido en los principales clientes del crudo venezolano e iraní, en un intento de eludir las sanciones estadounidenses.