Francia ha experimentado una séptima noche de disturbios consecutivos, aunque con menos episodios de violencia que las noches anteriores.
Según los informes gubernamentales, 72 personas fueron arrestadas, en comparación con 157 en la noche previa y 400 la noche del sábado al domingo. Se registraron 159 coches incendiados, 24 edificios públicos dañados, y cuatro estaciones de policía o cuarteles fueron atacados.
El presidente Emmanuel Macron está considerando sanciones económicas para las familias de los menores responsables de la violencia. La oleada de protestas y disturbios se desató tras la muerte de un joven de 17 años a manos de la policía, lo que ha tenido un coste estimado de más de 1.000 millones de euros, según la patronal Medef. Macron se reunirá hoy con más de 200 alcaldes de las localidades afectadas por los disturbios.