Vladímir Putin, el dictador de Rusia, llevó a cabo una reunión de tres horas con Yevgueni Prigozhin, líder del grupo de mercenarios Wagner, tras un intento fallido de rebelión liderado por Prigozhin. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, reveló que este encuentro también contó con la participación de todos los comandantes de Wagner.
Durante la reunión, Putin evaluó las actuaciones del grupo Wagner en operaciones militares recientes, y discutió los eventos que ocurrieron el 24 de junio, el día de la fallida rebelión. Peskov indicó que Prigozhin y los otros comandantes explicaron su versión de los hechos, destacando que ellos son fervientes seguidores y soldados de Putin y del mando ruso. De acuerdo con Peskov, los líderes de Wagner afirmaron su disposición a seguir luchando por su país.
Además, Putin ofreció opciones de empleo a los comandantes de Wagner tras el incidente de la rebelión. Aunque Peskov no proporcionó detalles adicionales sobre qué tipo de empleos se ofrecieron o cuál fue la reacción de los comandantes, esta medida parece ser un intento de Putin de mantener el control y la lealtad de este grupo de mercenarios después de la agitación reciente.
Este acontecimiento es notable dado que el grupo de mercenarios Wagner ha estado involucrado en diversas operaciones militares en todo el mundo, y ha enfrentado críticas y sanciones internacionales por sus acciones. La rebelión fallida y las respuestas posteriores de Putin indican la tensión existente y la necesidad de manejar cuidadosamente la relación entre el Kremlin y estos actores militares privados.