La tasa de inflación anual en los EE. UU. se redujo al 3% en junio de 2023, el nivel más bajo desde marzo de 2021. Esta disminución en la tasa de inflación, que fue del 4% en mayo y se esperaba que fuera del 3.1%, se puede atribuir parcialmente a un efecto base alto del año anterior, cuando un fuerte aumento en los precios de la energía y los alimentos elevó la tasa de inflación general al nivel más alto desde 1981 en el 9.1%.
En junio, el costo de la energía experimentó una caída del 16.7%, en comparación con una disminución del 11.7% en mayo. Esto se caracterizó por una caída del 36.6% en los precios del combustible para calefacción, una disminución del 26.5% en la gasolina y una reducción del 18.6% en el servicio de gas utilitario. Por otro lado, los precios de la electricidad vieron un aumento del 5.4%.
La inflación también se desaceleró para los alimentos, registrando un 5.7% en comparación con el 6.7% en mayo, y para la vivienda, reportando un 7.8% frente al 8%. Hubo menores aumentos de precios para los vehículos nuevos (4.1% frente a 4.7%), ropa (3.1% frente a 3.5%) y servicios de transporte (8.2% frente a 10.2%).
Mientras tanto, el costo de los servicios médicos cayó un 0.8% y los precios de los automóviles y camiones usados disminuyeron en un 5.2%. La tasa de inflación subyacente, que excluye elementos volátiles como alimentos y energía, cayó al 4.8%, marcando su punto más bajo desde octubre de 2021.