Elecciones en España: la gran apuesta de Sánchez
Ella Joyner – DW
En Valencia, la tercera ciudad más grande de España, se está llevando a cabo un experimento político: el mes pasado, tras las elecciones autonómicas en las que el partido de gobierno, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) fue vapuleado en todo el país, el Partido Popular (PP), de centro-derecha, se alió con el partido de extrema derecha Vox, para formar una coalición de gobierno.
El reparto del poder en la Comunitat Valenciana no es un hecho sin precedentes a nivel regional en España. Pero después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, convocara elecciones generales anticipadas para el 23 de julio -previstas en principio para finales de año-, esta ciudad costera podría representar un atisbo de lo que podría ocurrir si la apuesta electoral de Sánchez sale mal.
Tras cuatro años en el Gobierno, la coalición entre los socialistas y su socio menor de extrema izquierda, Unidas Podemos, podría perder fácilmente el poder. Los últimos sondeos muestran al Partido Popular con una cómoda ventaja sobre los socialistas, pero lejos de la mayoría absoluta sin el apoyo de Vox, según la agencia de noticias Reuters. Aun así, tanto el PP como Vox podrían quedarse sin los escaños parlamentarios necesarios para formar una coalición de derechas. Sumar, una nueva alianza de izquierdas que incluye a Unidas Podemos, podría potencialmente aliarse con los socialistas para dar un segundo mandato a Sánchez.
Vox quiere ganar la partida
A pocos días de las elecciones, el resultado está por verse. Pero si España se inclina hacia la derecha, podría seguir las tendencias de países como Italia, Finlandia, Suecia y Grecia, los cuales vieron un aumento en el apoyo a partidos de derecha.
El gobierno de Sánchez ha impulsado una serie de políticas progresistas contra la violencia de género, endureciendo las leyes contra la violación, facilitando el cambio legal de sexo y suavizando las restricciones al aborto.
Vox, que se fundó en 2013 y obtuvo por primera vez escaños en el Congreso de los Diputados en 2019, ha instrumentalizado su posición dura en estas políticas sociales: quiere derogar la ley de transexualidad, es frontalmente contrario a la inmigración, critica a la Unión Europea y es escéptico sobre la necesidad de luchar contra el cambio climático.
La «guerra cultural» y la economía
Aunque los temas de la llamada «guerra cultural» (paridad de género, matrimonio entre personas del mismo sexo y reconocimiento del pasado fascista de España) han ocupado un lugar destacado en las últimas semanas, son las cuestiones económicas las que han dominado en última instancia la campaña, según explica a DW Omar Encarnación, experto en política española y profesor del Bard College de Estados Unidos.
Mientras, a medida que el país se acerca a la jornada electoral, Sánchez ha tratado de dinamizar las bases de su partido. Según Encarnación, parte de la lógica de convocar elecciones anticipadas era unificar rápidamente a la izquierda.
Por otro lado, Alberto Núñez Feijóo ha criticado el estilo de gobierno al que apoda «sanchismo», acusando al líder del PSOE de centrar la campaña en su personalidad y de dar bandazos en temas importantes.
La gran apuesta de Sánchez
Sánchez ha apostado su carrera política a un cálculo arriesgado: que la celebración de elecciones anticipadas ayude a cristalizar el apoyo a su partido.
«Las elecciones se decidirán probablemente por el resultado de los partidos que lo apoyen. Las encuestas muestran que Podemos/Sumar superan a Vox; si ese es el caso, la apuesta valdría la pena», dijo Encarnación.
Pero si la jugada de Sánchez fracasa y el PP se alía con Vox para formar una coalición de gobierno a nivel nacional, el socio menor sería la fuerza situada más a la derecha en un gobierno de España desde el final de la dictadura fascista de Francisco Franco en los años setenta.