Mildred Camero, abogada y especialista en criminología, aceptó un papel principal en la Comisión Nacional de Primaria (CNP) de Venezuela. En medio de la renuncia de María Carolina Uzcátegui, Camero asumió el jueves como la nueva vicepresidenta de la CNP, la entidad que supervisa los comicios de la oposición.
El historial de Camero es como una trama de una película de crimen y política: jueza penal en Caracas durante más de 20 años, lideró la ya extinta Comisión Nacional Contra el Uso Ilícito de las Drogas (Conacuid), e incluso presidió la Comisión Interamericana Contra el Abuso de Drogas de la OEA. Pero cuando intentó desenmascarar la influencia del narco en las instituciones del Estado en 2005, el mismísimo Hugo Chávez, quien inicialmente le ofreció el cargo, la expulsó.
Desde entonces, Camero se ha convertido en una voz destacada, denunciando la penetración del narcotráfico en las instituciones estatales venezolanas. Según ella, los delitos más comunes del gobierno de Nicolás Maduro son el narcotráfico y la corrupción, a tal grado que son considerados un problema de seguridad de Estado para los EE. UU.
Durante más de 30 años, la autora del libro «Chavismo, Narcotráfico y Militarismo» ha dedicado su vida a la interdicción y prevención de las drogas, tanto a nivel nacional como internacional. En su perfil de LinkedIn, se describe como una juez jubilada que asesora a empresas sobre seguridad ciudadana y lavado de dinero.
Entonces, ¿qué pensamientos guarda Camero sobre Hugo Carvajal, el ex jefe de Inteligencia en Venezuela? Bastante, al parecer. Según ella, Carvajal posee una mina de información que podría ser invaluable para la DEA. Durante los años que lideró la política antidrogas en el país, comenzó a notar la actuación sospechosa de Carvajal, lo que finalmente lo incriminó.
Todo esto ocurre en el telón de fondo de la renuncia de María Carolina Uzcátegui, quien dejó su cargo como vicepresidenta de la CNP citando la falta de condiciones técnicas y logísticas para que el proceso electoral «sea una consulta amplia y al alcance de la mayoría de los venezolanos, independientemente de su estrato social».
Ahora, con Camero como segunda al mando, queda por ver qué rumbo tomará la CNP en estos tiempos inciertos y turbulentos.