El sacerdote Enrique Alaña Morillo, a quien la Arquidiócesis de Caracas expulsó el pasado 26 de julio, -presuntamente por la comisión del delito de abuso sexual a un menor, aunque eso no lo dice el comunicado de la institución eclesíastica-dijo en Instagram que es inocente de lo que se le acusa.
Alaña Morillo denunció que fue expuesto de forma “poco caritativa” en los medios de comunicación.
Indicó Alaña Morillo que en 2021 fue llamado a la casa del cardenal Baltazar Porras, arzobispo metropolitano de Caracas, para notificarle que era objeto de una investigación por presunto abuso sexual.
“Cuando escucho la noticia, salgo de la casa del señor cardenal con la cabeza gacha por el dolor de esta acusación asquerosa. Pero, al mismo tiempo, con la frente muy en alto porque como lo he manifestado desde el principio, soy inocente”, expresó el sacerdote expulsado.
Dijo que, una vez que salió de la residencia del cardenal, estuvo trabajando en su inocencia. Aseguró que la Fiscalía no encontró elementos de convicción para acusarlo; con lo que ratifica su inocencia.
Agregó que hubo una investigación en paralelo dentro de la Iglesia. Luego de un tiempo en el que estuvo trabajando para demostrar su versión de los hechos, fue llamado en febrero de 2023 otra vez a la casa del cardenal Porras “para notificarme desde Roma que hubo un mandato en el que tenía que remitirme al estado laical”.
Agradeció además a la familia del niño con el que fue involucrado por el presunto abuso sexual, tras afirmar que desde el primer momento recibió su respaldo.
El arzobispo de Caracas, cardenal Baltazar Porras, emitió un comunicado para informar sobre la expulsión oficial del ciudadano Enrique Antonio Alaña Morillo del estado clerical, por lo que en adelante ya no sería más sacerdote de la Iglesia católica.
Por qué importa: El sacerdote expulsado agradeció a la familia del niño con el que fue involucrado por el presunto abuso sexual, tras afirmar que desde el primer momento recibió su respaldo.