Tras rescatar 72 migrantes en el Mediterráneo central, las autoridades italianas ordenaron al buque alemán «Aurora» que los lleve al puerto siciliano de Trapani, según informó la ONG alemana Sea Watch, que opera el navío.
Sin embargo, Sea Watch replicó que Trapani era «inaccesible» porque el barco no tenía suficiente carburante ni agua, y pidió poder atracar en la isla de Lampedusa, que estaba «cuatro veces más cerca», según la oenegé, que asegura que las autoridades le denegaron la petición e incluso le propusieron navegar hasta Túnez.
Se supo que «a causa de la situación extrema a bordo» -una persona perdió el conocimiento-, «Aurora» al final fue autorizado a atracar el sábado por la tarde en Lampedusa.
Desde entonces, «el navío ha sido inmovilizado por 20 días, a raíz del decreto del gobierno italiano sobre salvamento marítimo, y Sea Watch será condenada a una multa de entre 2.500 y 10.000 euros», anunció la oenegé en un comunicado, en el que exige que el barco sea liberado inmediatamente.
Desde que llegó al poder en octubre de 2022, el gobierno italiano encabezado por Giorgia Meloni, de ultraderecha, obstaculiza con frecuencia las operaciones de los barcos humanitarios.
Más de 105.000 migrantes llegaron a las costas italianas en lo que va de año, según el Ministerio del Interior, frente a los menos de 51.000 que lo hicieron en el mismo periodo del año pasado.
Y casi 2.000 personas han muerto en su intento de cruzar el mar Mediterráneo central desde que empezó el año, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Por qué importa: El buque fue inmovilizado por 20 días, a raíz del decreto del gobierno italiano sobre salvamento marítimo, y la ONG Sea Watch será condenada a una multa de entre 2.500 y 10.000 euros.