Arabia Saudita y Rusia decidieron unir fuerzas para estabilizar los mercados de energía globales. Ambas potencias petroleras anunciaron que ampliarán el recorte de producción de petróleo hasta 1.3 millones de barriles por día hasta fin de año.
Esta decisión no solo es un gesto de colaboración entre dos gigantes de la energía, sino que también refleja una adaptación a un panorama energético global en rápida transformación. Frente a los desafíos que plantea la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles, parece que Arabia Saudita y Rusia están tomando medidas proactivas para mantener la estabilidad del mercado petrolero.