Con un dedo señalando (sin señalar) a sus rivales, la precandidata de Encuentro Ciudadano deja claro quién manda en el ring opositor.
La arena política venezolana nunca ha sido para los débiles de corazón. Y Delsa Solórzano, la feroz precandidata presidencial de Encuentro Ciudadano, lo sabe mejor que nadie. Con un comentario tan afilado como un dardo, Solórzano se ha plantado en el centro del ring de las primarias opositoras: “La gente debe evaluar las circunstancias que rodean a cada candidato, yo no estoy inhabilitada”.
Aunque no lanzó nombres (porque, ¿quién necesita hacerlo cuando todos sabemos de quién está hablando?), sus palabras tienen un sabor particular. Parecen apuntar a aquellos candidatos opositores que, a diferencia de ella, podrían no estar en la tarjeta electoral por las trapisondas jurídicas del gobierno.
«Si yo estuviera en esa situación (inhabilitada) jamás arriesgaría la vida de la gente. Por encima de cualquier interés está Venezuela”, soltó Solórzano, en otra indirecta muy directa. Recordemos que Andrés Velásquez, el aspirante de La Causa R, llamó a defender con la vida al candidato que resulte electo, así esté inhabilitado.