GAS

Shell, NGC y PDVSA en conversaciones para resucitar campo de gas multimillonario

El trío negocia un crédito para la petrolera estatal venezolana, buscando superar los obstáculos impuestos por Estados Unidos.

Cada vez más cerca. Esa es la situación entre Shell, la Compañía Nacional de Gas (NGC) de Trinidad y Tobago y PDVSA, la petrolera estatal de Venezuela. Las fuentes cercanas a las conversaciones sugieren a Reuters que estos gigantes energéticos están próximos a acordar un crédito para PDVSA por su inversión de $1 mil millones en un ambicioso campo de gas.

¿La finalidad? Trabajar en conjunto para explotar este proyecto offshore que ha estado en el limbo durante bastante tiempo. A principios de año, Estados Unidos les ofreció a las tres compañías una autorización de dos años para reactivar el proyecto, una decisión que podría ser un impulso significativo para Trinidad y Tobago en términos de procesamiento y exportaciones de gas.

No obstante, todo no ha sido miel sobre hojuelas. Las negociaciones se vieron obstaculizadas por una solicitud específica de Estados Unidos: excluir cualquier pago en efectivo a Venezuela o sus empresas estatales en relación con el proyecto Dragon. Trinidad y Tobago, por su parte, ha instado a la administración Biden a reconsiderar esta postura.

Dentro de esos mil millones de dólares que Venezuela espera que se reconozcan, una parte considerable pertenece a una línea de gas que conecta el campo con la costa venezolana. A pesar de que el campo se encuentra en territorio venezolano, los intentos anteriores de encontrar socios chocaron con las expectativas compensatorias de PDVSA.

Uno de los informantes comentó que, aunque Shell y NGC aún no han comunicado su decisión final a PDVSA, están dispuestos a resolver «todas las reclamaciones legítimas». PDVSA, por su parte, había finalizado en 2013 las pruebas de producción de gas en Dragon, valorando sus reservas en 4,2 billones de pies cúbicos. Sin embargo, el proyecto nunca se materializó comercialmente, principalmente debido a la falta de recursos de Venezuela y a las sanciones impuestas por Estados Unidos.

Aunque se ha confirmado que las negociaciones están en curso, los detalles específicos permanecen bajo llave. «Las discusiones sobre el proyecto Dragon son comercialmente confidenciales», informó Shell a Reuters.