Líderes del sur global se unen con la intención de redefinir las normas económicas internacionales.
La capital cubana, La Habana, se encuentra en el centro de atención política mundial mientras acoge a la cumbre del G77+China, un conglomerado de naciones que buscan redireccionar las normas económicas imperantes en el escenario global actual. A través de fuertes críticas hacia el actual sistema internacional, el evento se propone ser un faro de cambios significativos.
El dictador de Cuba, Miguel Díaz-Canel, denunció la «arquitectura internacional» vigente por perpetuar «disparidades» y ser «hostil al progreso» de las naciones del sur, señalando que es hora de que el sur «cambie las reglas del juego». Este evento se establece con un tono decididamente crítico hacia el statu quo económico global, con líderes que comparten una visión de una reestructuración más equitativa de la política y la economía internacional.
Encrucijada de crisis globales
Durante la inauguración, Díaz-Canel describió la situación actual como una «maraña de crisis mundiales», enfatizando la urgencia de abordar los «desajustes cíclicos del comercio, las finanzas internacionales y el abusivo intercambio desigual». Una retórica fuerte, respaldada, en cierta forma, por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien recalcó que el mundo «le ha fallado a los países en desarrollo».
Ciencia, Tecnología e innovación: Pilares para un nuevo comienzo
Con la vista puesta en el futuro, la cumbre también se está dedicando a abordar «los retos actuales del desarrollo» poniendo a la ciencia, la tecnología y la innovación en el centro de la discusión. El desarrollo independiente de vacunas en Cuba fue destacado por Guterres como un logro significativo en este ámbito.
Un escenario diverso
Con la participación de 134 naciones de Asia, África y América Latina, además de la presencia externa de China, el evento se presenta como una amalgama de diferentes perspectivas y voces. Entre los asistentes se encuentran personalidades destacadas de la política latinoamericana, incluyendo a Alberto Fernández, Gustavo Petro, Nicolás Maduro y Daniel Ortega.
Desafíos y esperanzas en tiempos de crisis
Si bien Cuba atraviesa su peor crisis en treinta años, el gobierno cubano ha decidido hospedar esta «cumbre austera», como la denominó el canciller del país, en un intento de cultivar diálogos solidarios y forjar nuevas estrategias para un futuro más equitativo.