En medio de emociones encontradas, cinco ciudadanos estadounidenses y dos iraníes aterrizan en Doha como parte de un acuerdo mediado que involucró la liberación de fondos iraníes.
En un gesto que parece señalar un deshielo significativo en las tensas relaciones entre Washington y Teherán, un total de siete prisioneros —cinco estadounidenses y dos iraníes— fueron liberados, llegando hoy al aeropuerto internacional de Doha, en un movimiento facilitado por Catar. La información proveniente del canal de televisión privado catarí Al Yazira detalla que este intercambio es el resultado de la descongelación de 5.573 millones de euros de fondos iraníes.
Entre los individuos liberados por Irán se encuentran Siamak Namazi, quien ha estado encarcelado desde 2015 bajo cargos de espionaje, Emad Shargi, también acusado por espionaje, y Morad Tahbaz, sentenciado a una década tras las rejas por mantener contactos con el gobierno de EE.UU. A pesar de la liberación, la identidad de dos de los ciudadanos estadounidenses permanece resguardada.
El primer ministro y ministro de Exteriores catarí, Mohamed bin Abderrahman Al Thani, quien ha expresado su esperanza por futuros «entendimientos» entre los dos países, destacó el papel de su nación en trabajar por «la seguridad de la región y el mundo» en un mensaje publicado en su cuenta de X.
El emocional reencuentro tuvo lugar en el aeropuerto internacional de Doha, donde los estadounidenses Namazi, Shargi y Tahbaz fueron recibidos por el embajador de EE.UU. en Catar, Timmy T. Davis. Las cámaras capturaron el momento del abrazo entre ellos, poniendo rostro humano a una diplomacia de alto nivel que, a menudo, se desarrolla detrás de puertas cerradas.
A pesar de este paso positivo, la situación sigue siendo fluida, con detalles emergentes sobre los destinos de otros individuos involucrados en el intercambio. Mientras que los dos iraníes liberados, identificados como Mehrdad Moin Ansari y Reza Sarhangpour, están preparándose para regresar a Teherán, no todos han tenido un viaje directo a casa. Tres iraníes adicionales -Kambiz Attar Kashani, Amin Hassanzadeh y Kaveh Lotfollah Afrasiabi- no llegaron a Doha. Dos permanecerán en EE.UU., mientras que el tercer individuo viajará a una nación aún no divulgada.
El escenario para este intercambio fue establecido por la liberación de 6.000 millones de dólares (unos 5.573 millones de euros) de fondos iraníes, que han sido depositados en seis cuentas en bancos cataríes. La mediación de Catar y el Sultanato de Omán fue crucial en este proceso, que llevó ocho rondas de conversaciones indirectas en dos años.