ASSAD

Bashar al Asad en China: El tablero del poder asiático se recalibra

En una jugada que recalibra el panorama diplomático, el líder sirio llega a China, marcando un año repleto de encuentros significativos en Beijing.

Este jueves, las cámaras de CCTV capturaron la llegada del presidente sirio, Bashar al Asad, al aeropuerto de Hangzhou, marcando su primera visita a China desde 2004. En un año ya cargado de encuentros diplomáticos de alto nivel en China, la llegada de Al Asad refuerza la creciente influencia de Beijing en el escenario internacional.

Aunque Al Asad estará presente en la ceremonia inaugural de los Juegos Asiáticos el sábado, su llegada tiene un peso diplomático. No es solo un evento deportivo; es una oportunidad para encuentros bilaterales y para que el presidente chino, Xi Jinping, se reúna con líderes de diversos países.

Después de años de guerra civil y un aislamiento palpable, Siria ha buscado recientemente restaurar sus relaciones con otros países árabes, culminando en su reincorporación a la Liga Árabe en mayo. Esta reintegración en la escena regional es testimonio del cambio gradual en la posición de Siria en la geopolítica global.

Sin embargo, China no es simplemente un espectador pasivo en este tablero. Su papel en Medio Oriente ha ido en aumento, evidenciado por su mediación en el acercamiento entre Irán y Arabia Saudita, dos potencias tradicionalmente en desacuerdo.

Pero el viaje de Al Asad es solo un capítulo en la serie de encuentros diplomáticos que China ha hospedado este año. De Alexander Lukashenko a Nicolás Maduro, y pronto, Vladimir Putin, China está claramente haciendo movimientos para consolidar su influencia. Y con una delegación del gobierno talibán también en Beijing, el mensaje es claro: China busca ser el eje central en la diplomacia asiática y global.