El presidente guyanés dijo que espera resolver el conflicto del Esequibo por medios pacíficos, mientras Caracas presenta sus propias preocupaciones.
Guyana y Venezuela se encuentran una vez más en el epicentro de la atención internacional debido a la prolongada disputa territorial sobre el Esequibo. El presidente de Guyana, Mohamed Irfaan Alí, subrayó en una reciente publicación en redes sociales su compromiso de defender la soberanía e integridad territorial de su nación «por medios legales y pacíficos».
Irfaan Alí reafirmó su posición con respecto al Esequibo, mencionando que Guyana apelará al derecho internacional para respaldar sus derechos sobre el territorio. Además, mostró su descontento con la decisión de la Asamblea Nacional venezolana de convocar a un referendo sobre el tema, interpretándolo como una acción que podría perturbar la paz regional.
El escenario se tensó aún más cuando Guyana entregó una nota de protesta a Carlos Amador Pérez Silva, embajador de Venezuela en Georgetown, en respuesta a los planes del referéndum. Pérez Silva, por su parte, fue citado por el Ministerio de Exteriores guyanés para discutir el asunto con el titular interino, Anil Nandlall.
La oficialidad guyanesa ha reiterado que, en su perspectiva, el canal apropiado para abordar la controversia territorial es la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya. Al respecto, Irfaan Alí declaró: «Guyana considera que el único foro apropiado para que Venezuela plantee su reclamo territorial, consistente con el imperio del derecho internacional y la preservación de la paz y la seguridad, es la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya».
Esta disputa ha cobrado mayor relevancia recientemente, después de que Guyana realizara acuerdos comerciales en el mar del Esequibo. Desde Caracas, se sostiene que, al tratarse de un territorio en litigio, Guyana no tiene el derecho de negociar los recursos naturales de la zona.