¿Quién dijo que los presidentes no se suman a huelgas? Joe Biden sorprende al unirse en Detroit a los huelguistas de la industria automotriz.
De acuerdo con los registros, no hay nada de ‘business as usual’ en la administración Biden, y menos en su relación con los sindicatos. El Presidente, en un movimiento sin precedentes, decidió sumarse a los piquetes de la United Auto Workers (UAW) en Detroit. Mientras que históricamente los presidentes estadounidenses han evitado entrometerse directamente en huelgas y conflictos laborales, el compromiso de Biden parece ir más allá de las tradicionales palabras de solidaridad.
Erik Loomis, profesor de la Universidad de Rhode Island y experto en historia laboral estadounidense, comentó: “Esto no tiene absolutamente precedentes. Ningún presidente ha participado antes en un piquete”. Añadiendo que, tradicionalmente, los presidentes «se han visto a sí mismos más bien como mediadores».
Biden, sin duda, no es ajeno al mundo sindical. Durante su campaña para las primarias demócratas en 2020, él y otros candidatos se unieron a una huelga con trabajadores de casinos en Las Vegas. Y más allá de un simple gesto, Biden ha mostrado su postura al respecto: “Creo que UAW cedió mucho cuando la industria del automóvil se estaba hundiendo. Lo dieron todo, desde sus pensiones en adelante, y salvaron la industria automotriz”, dijo Biden desde la Casa Blanca, haciendo hincapié en que los trabajadores deberían beneficiarse «ahora que la industria está recuperando su fuerza».
Mientras Biden busca solidificar sus credenciales pro sindicales, Donald Trump, el expresidente, busca capitalizar el descontento laboral, y ha programado una visita a Michigan, buscando conectar con los trabajadores en huelga. El asesor de campaña de Trump, Jason Miller, mencionó: «Si no fuera por Trump, Joe Biden estaría dando a los trabajadores automotrices el trato de Palestina Oriental».
Sin embargo, Biden no está solo en este respaldo hacia los sindicatos. Una reciente encuesta de Gallup señala que el 67% de los estadounidenses aprueban la labor de los sindicatos.
Solo el tiempo dirá cómo impactará esta sorpresiva jugada de Biden en el panorama político y laboral del país. Lo que sí es seguro es que ha dejado una huella en la relación histórica entre la presidencia y el movimiento sindical estadounidense.