El ex presidente se pronuncia sobre el sistema de inmigración actual bajo Biden: «Está roto. Necesitamos arreglarlo».
Bill Clinton, el 42º presidente de los Estados Unidos y figura prominente del partido Demócrata, acaba de realizar unas declaraciones que, para muchos, podrían parecer inesperadas. Argumentando que la política de inmigración de Joe Biden es «un sistema roto», Clinton hizo un llamado a replantear ciertos enfoques de la actual administración.
Desde que Biden revirtió las políticas de Donald Trump en la frontera, la inmigración ilegal en la frontera sur ha experimentado un aumento notable. En un giro que puede sorprender a muchos demócratas, Clinton plantea poner fin a leyes que anteriormente han contado con un fuerte apoyo del partido, como las relacionadas con asilo y las llamadas «ciudades santuario».
Enfocándose en la «Ley del Derecho a Refugio» de Nueva York, Clinton la califica de «sin sentido». Siendo Nueva York una ciudad de asilo desde hace cuatro décadas, la disposición de recursos para los inmigrantes y personas sin hogar en la ciudad ha sido tema de controversia.
«Necesitamos cambiar eso», enfatizó Clinton, al referirse a la restricción que impide a los inmigrantes obtener permisos de trabajo durante sus primeros seis meses en el país. «Deberían trabajar», añadió, subrayando que la mayoría no está buscando depender del sistema, sino contribuir activamente.
Una propuesta que podría captar atención es la idea de Clinton de construir viviendas al otro lado del Río Grande. «Deberíamos construir más viviendas justo al otro lado del Río Grande, y creo que México apoyaría eso», expresó.
Por último, el ex presidente alertó sobre el efecto político de la situación, señalando que el actual «caos» migratorio beneficia a los republicanos en la narrativa política.
Si bien el debate sobre la inmigración no es nada nuevo, las declaraciones de Clinton pueden ser un reflejo de las crecientes tensiones y preocupaciones dentro del partido Demócrata sobre el rumbo de la política migratoria actual.