Presidente y vicepresidente de Bolivia expulsados de su propio partido

ARCE

El MAS anuncia la «autoexpulsión» de Arce y Choquehuanca en medio de tensiones internas.

En un giro sorpresivo, el presidente boliviano Luis Arce y su vicepresidente David Choquehuanca han sido declarados «autoexpulsados» del Movimiento al Socialismo (MAS) por no asistir al congreso nacional del partido. El anuncio se dio en un ambiente de creciente tensión y desafíos internos que amenazan la unidad del partido gobernante.

“Se da por conocimiento la autoexpulsión de Luis Arce Catacora y David Choquehuanca por no asistir al congreso del MAS-IPSP”, anunció un miembro de la Comisión Orgánica del MAS, marcando un precedente inusual en la política boliviana. El congreso se llevó a cabo en Lauca Ñ, Trópico de Cochabamba, un área conocida como el bastión político y sindical del expresidente Evo Morales.

La decisión de Arce y Choquehuanca de no asistir al congreso no fue un acto de rebeldía aislado. Fue respaldado por principales organizaciones sociales, indígenas y sindicales del país que expresaron su rechazo al evento, alegando que no estaban adecuadamente representados. Este acto de desafío colectivo ha arrojado una sombra de incertidumbre sobre la cohesión interna del MAS y plantea preguntas serias sobre su futuro político.

La «autoexpulsión» de dos figuras tan prominentes, que actualmente ocupan los cargos más altos en el gobierno boliviano, es un indicativo de las divisiones internas y los desafíos de liderazgo que enfrenta el MAS. Con Evo Morales aún ejerciendo una influencia considerable sobre el partido, la tensión entre las diferentes facciones y liderazgos dentro del MAS parece estar llegando a un punto crítico.

Con Bolivia aún navegando a través de las complejidades políticas y sociales en la era post-Morales, la «autoexpulsión» de Arce y Choquehuanca podría tener implicaciones profundas para la estabilidad política del país. La dinámica de poder y la alineación política dentro del MAS serán cruciales para observar en los próximos días y semanas, ya que Bolivia se enfrenta a una nueva ola de incertidumbre política.

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