Economías latentes: Un camino cauteloso hacia la recuperación

BANCO MUNDIAL

El Banco Mundial proyecta un crecimiento lento pero constante para América Latina y el Caribe, destacando oportunidades y desafíos únicos para la región.

El Banco Mundial ha revisado sus previsiones de crecimiento para las economías de América Latina y el Caribe, anticipando un aumento del 2% en el Producto Interno Bruto (PIB). Aunque esta cifra marca un aumento respecto a la proyección de mediados de año del 1,4%, el crecimiento económico en la región sigue siendo el más lento a nivel mundial, según el informe «Tecnologías digitales para la inclusión y el crecimiento».

El Banco Mundial resalta, “Los países deben encontrar formas de impulsar la inclusión y el crecimiento, mejorar la gobernanza y generar consenso social”. A pesar de los desafíos, la conectividad digital emergente se presenta como una oportunidad para crear sociedades más dinámicas e inclusivas.

La inflación descontrolada, la ralentización del crecimiento en China, la caída de los precios de las materias primas y el aumento de las tasas de interés han puesto a prueba la resiliencia económica de la región. Sin embargo, la entidad señala que países como México, Colombia y Perú están mostrando signos de crecimiento, aunque Argentina y Chile enfrentan contracciones económicas.

El panorama mixto de la economía regional se ve exacerbado por las restricciones fiscales y un contexto global adverso. “Aunque mejor que seis meses atrás, el contexto global sigue siendo adverso”, indica el informe, apuntando a desafíos persistentes en la economía global.

Sin embargo, no todo son malas noticias. Panamá se destaca como el país con el crecimiento más rápido de la región, con una expansión proyectada del 6,3%, seguido por Paraguay con un 4,8%. La conectividad digital emergente se percibe como una oportunidad clave para superar desafíos económicos y sociales.

El Banco Mundial advierte que, más allá de los desafíos externos y la pandemia, problemas estructurales de larga data, incluida la baja acumulación de capital y productividad, siguen pesando sobre las perspectivas de crecimiento de la región. La solución, según la entidad, radica en la adopción de políticas complementarias que impulsen la inclusión y el crecimiento, abordando simultáneamente problemas de gobernanza y consenso social.

En un mundo marcado por la incertidumbre, América Latina y el Caribe navegan por aguas turbulentas, con cada nación enfrentando un conjunto único de oportunidades y desafíos. Mientras que la recuperación se avecina, el camino hacia un crecimiento sostenible y equitativo requiere una atención cuidadosa a los desafíos internos y externos por igual.

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