Qatar ha ejercido como mediador entre la Casa Blanca y Miraflores, revela Reuters.
En un giro sorprendente de los eventos, Estados Unidos y Venezuela están informando avances significativos en las conversaciones que podrían aliviar las sanciones a Caracas, dijeron hasta cinco fuentes a Reuters. Esto se permitiría si el presidente Nicolás Maduro reanuda las conversaciones con la oposición en México, un movimiento que podría ver a Venezuela regresar a la economía mundial del petróleo.
La intensificación de la negociación entre Miraflores y la Casa Blanca ha sido reportada en la prensa venezolana como El Nuevo País y Efecto Cocuyo.
Estas conversaciones, mantenidas en Doha, han estado en marcha desde el año pasado, con un foco específico en resolver la larga crisis política y económica en Venezuela. Una posible elección presidencial está en juego, marcando un potencial punto de inflexión en las relaciones internacionales de la nación.
Estados Unidos ha estado aplicando presión para fomentar negociaciones entre Maduro y la oposición, en respuesta a la reelección de Maduro en 2018, ampliamente considerada fraudulenta. Uno de los socios de las empresas conjuntas de PDVSA, Maurel & Prom, podría recibir una carta de confort de Estados Unidos para tomar petróleo venezolano como pago de la deuda, una medida que podría señalar un cambio tectónico en la política de sanciones de Estados Unidos, informa Reuters.
«Si Venezuela toma medidas concretas para restablecer la democracia, lo que conduce a elecciones libres y justas, estamos dispuestos a proporcionar un alivio de las sanciones correspondiente», afirmó un portavoz de la Casa Blanca, subrayando la voluntad de Washington de ajustar su postura si Venezuela avanza hacia la democracia.
Sin embargo, a pesar del progreso, fuentes de Reuters en Washington han advertido contra la premura. Las conversaciones están en curso, y cualquier anuncio de un acuerdo final sería prematuro. Mientras tanto, el papel de Qatar como mediador y sede de las conversaciones subraya la creciente influencia de la nación en la diplomacia global.
Las implicaciones de un alivio de las sanciones son enormes, no solo para Venezuela, sino para la economía mundial del petróleo. La lista de empresas de energía esperando obtener autorizaciones similares está creciendo, marcando un posible renacimiento de la producción de petróleo y gas de Venezuela en asociación con PDVSA.
Con el reinicio de las deportaciones de venezolanos que cruzan ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México, la crisis migratoria también está en la agenda. Los próximos pasos en las relaciones entre EE.UU. y Venezuela serán observados de cerca por actores globales, cada uno anticipando los posibles impactos en la economía y la política internacionales.