El presidente israelí, Isaac Herzog, compara la actual guerra con Hamás con el Holocausto, subrayando la devastación y pidiendo una condena internacional.
La guerra en el Medio Oriente ha alcanzado un nivel de devastación que el presidente israelí, Isaac Herzog, compara con los oscuros días del Holocausto. En un discurso cargado de emoción, Herzog ha expresado un dolor profundo y una indignación enérgica ante lo que describió como la peor violencia contra los judíos desde la Segunda Guerra Mundial.
«Desde el Holocausto no se había matado a tantos judíos en un solo día», lamentó Herzog, reflejando la gravedad de un conflicto que ha visto a mujeres, niños y abuelos judíos, incluso a sobrevivientes del Holocausto, siendo arrastrados en cautiverio.
La brutal ofensiva de Hamas tomó por sorpresa a Israel durante el shabat, un día sagrado, marcando una tragedia de proporciones inimaginables que ha revuelto las aguas de la diplomacia internacional y ha elevado la tensión regional a nuevas alturas.
«Hamas ha importado, adoptado y replicado el salvajismo del Estado Islámico. Entrar en casas civiles en un día santo y asesinar a sangre fría a familias enteras», afirmó Herzog, desplegando una visión vívida y alarmante del horror que se vive actualmente en la región.
La respuesta internacional no se ha hecho esperar. Joe Biden, presidente de Estados Unidos, ha condenado los «ataques terroristas» y ha reafirmado el compromiso inquebrantable de Washington con la seguridad de Israel. No obstante, las tensiones persisten y la tragedia humana se desarrolla a un ritmo alarmante.
“Que no se equivoque nadie en la región que esté considerando operar contra Israel. Israel es un país muy fuerte y empleará todo su poder y fuerza para defenderse a sí mismo y a su pueblo”, subrayó Herzog.
Sin embargo, las amenazas de Hamás son igualmente contundentes. Abu Obaida, portavoz del brazo armado del grupo, las Brigadas Al Qassam, ha advertido de ejecuciones de civiles israelíes si los bombardeos en Gaza continúan. Un escenario que arroja una sombra aún más oscura sobre un conflicto que ya está manchado por la tragedia.
Este conflicto en aumento ha sacado a la luz la vulnerabilidad de una región siempre en conflicto y ha puesto a prueba las alianzas internacionales y la capacidad de la comunidad mundial para intervenir y mediar en una situación de rápida escalada. Mientras tanto, cada día cuenta cuando vidas están en juego y la urgencia de una resolución pacífica nunca ha sido más crítica.