Biden anuncia un robusto paquete de asistencia de seguridad, ampliando la defensa aérea y las capacidades de artillería de Ucrania.
La tensión política y militar se espesa en Europa del Este, y Estados Unidos no es ajeno a ello. En una jugada estratégica, la administración de Joe Biden se ha puesto la capa de caballero y ha desplegado un paquete de asistencia de seguridad de US$ 200 millones para Ucrania. No es que estemos hablando de un cambio de juego, pero ciertamente es un estímulo para las capacidades defensivas ucranianas.
En la reunión del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania en la capital belga, entre decorados diplomáticos y la seriedad que marcan estos encuentros, se desveló el contenido del paquete. Misiles AIM-9M para defensa aérea, equipos de contrarresto de sistemas de aeronaves no tripuladas (c-UAS), proyectiles de artillería de varios calibres y más adornan la lista.
Aunque, aquí viene el giro: el Sistema de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMS) que Ucrania ha estado solicitando con insistencia no hizo su aparición en la lista. ¿Un golpe bajo? Tal vez, especialmente cuando EE.UU. también ha comprometido un apoyo militar robusto a Israel tras los ataques de Hamás.
“Gaza se encuentra actualmente sin electricidad”, dijo el jefe de la autoridad eléctrica de Gaza, Galal Ismail. Un recordatorio crudo de la tensión que sigue creciendo en diferentes puntos del globo.
Las municiones aéreas de precisión, los sistemas antiblindaje AT-4, las armas ligeras y una plétora de otros equipos están en camino a Ucrania, una entrega que, aunque no incluye todo lo deseado, no es insignificante.
La pregunta en el aire es si este paquete de seguridad es suficiente, y qué significa para las relaciones de EE.UU. con otras naciones implicadas en la contienda geopolítica. Biden y su equipo están caminando sobre una cuerda floja de diplomacia internacional, y cada decisión, cada paquete de asistencia, es un paso calculado en un escenario global incierto.
Con la Cámara de Representantes de EE.UU. aún sin un presidente permanente y una escena política interna en constante evolución, el anuncio de Biden sobre la asistencia a Ucrania es una ventana a las prioridades estratégicas y los desafíos que enfrenta su administración. Un tablero de ajedrez geopolítico en el que cada movimiento cuenta, y el juego está lejos de terminar.