Maduro se embarca en una controvertida declaración, relacionando la crucifixión de Jesucristo con el imperio español.
Nicolás Maduro, conocido por sus comentarios audaces y a menudo polémicos, ha sumado un nuevo lapsus a su repertorio. Durante su programa semanal ‘Con Maduro+’, el mandatario venezolano apuntó hacia el imperio español como el ente que crucificó a Jesucristo.
Maduro, inmerso en un fervoroso discurso contra Israel y en defensa de la ofensiva de Hamás en Gaza, cometió un error histórico que rápidamente se convirtió en motivo de críticas y burlas en las redes sociales. “Jesucristo fue el primer antiimperialista de la historia moderna. Jesús fue un joven palestino”, afirmó Maduro, un lapsus que sería solo el inicio de su travesía histórica desorientada.
“Cuando fue crucificado por el imperio español y por las oligarquías que dominaban la zona, murió como un hombre palestino, resucitó como un espíritu palestino”, continuó el presidente. Sus palabras, mezcla de fervor y confusión, traspasaron las fronteras de la lógica histórica.
El lugar de nacimiento de Jesucristo, según Maduro, es «en Belén, Palestina». Un intento, tal vez, de enfatizar la riqueza histórica de Palestina y llamar a la unidad entre cristianos, musulmanes y judíos. Pero la historia, con su rigurosa línea de tiempo y sus imperios bien documentados, no estaba de su lado.
Palestina, como nación, no tenía identidad política o geográfica en el tiempo de Jesús. El Salvador, como es conocido por millones de cristianos en todo el mundo, vivió bajo el yugo del imperio romano, no del imperio español. Un imperio que, además, no vería la luz hasta el siglo XV, mucho después de la crucifixión en el siglo I.
La controversia no pasó desapercibida y, en un intento de contención de daños, ese fragmento del discurso fue eliminado de los vídeos compartidos en los perfiles oficiales de Twitter y YouTube de Nicolás Maduro.