Tras una votación interna cargada de tensión, Scalise está un paso más cerca de ocupar el cargo vacante, marcando un nuevo capítulo para los republicanos.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos podría estar a punto de ver un cambio en su liderazgo, con Steve Scalise, el «número dos» de la bancada republicana, emergiendo victorioso en una batalla interna contra Jim Jordan, el presidente del Comité Judicial. La competencia por el liderazgo de la Cámara se desató después de la sorpresiva destitución de Kevin McCarthy el 3 de octubre.
La votación interna, marcada por la tensión y realizada a puerta cerrada, vio a Scalise superar a Jordan por 113 votos contra 99. Sin embargo, la carrera aún no ha terminado para el representante del primer distrito de Luisiana.
“Tenemos mucho trabajo por hacer. Debemos asegurarnos de que mandamos a la gente de todo el mundo de que la Cámara está abierta y trabajando,” declaró un resuelto Scalise, marcando su territorio en el intrincado paisaje político de Washington.
La salud de Scalise, que se encuentra en tratamiento por un cáncer de sangre, se ha convertido en un tema de debate entre los legisladores. “Creo que su salud es un problema. No quiero a alguien que vaya a empeorar en el puesto. Es un trabajo duro en el que tienes que estar en todas partes,” expresó Ralph Norman a la CNN, un legislador que apoya a Jordan.
Scalise tiene ante sí el desafío de ganarse la aprobación del pleno de la Cámara Baja. Con los republicanos contando con 221 escaños y los demócratas con 212, necesitará el visto bueno de 217 congresistas para ascender al puesto vacante, lo que significa ganarse el apoyo de los partidarios de Jordan.
La elección de un nuevo «speaker» es imperativa para reactivar una Cámara paralizada en la práctica, en la que la aprobación de nueva legislación ha quedado en suspenso. Scalise se presenta como la figura que podría romper el estancamiento, y su primera resolución bajo su eventual mandato, asegura, será una en apoyo a Israel tras el ataque lanzado por Hamás.
“Pero obviamente hay otras muchas cosas más pendientes,” añadió Scalise, delineando un horizonte de desafíos y oportunidades para una Cámara en necesidad de dirección y un partido en busca de un renacimiento. La nominación de Scalise podría marcar un punto de inflexión, no solo para los republicanos, sino para la política estadounidense en su conjunto.