Un vistazo a la decisión de Voluntad Popular de apoyar a MCM en las primarias, y el papel que jugó Leopoldo López.
En el complejo mundo de la política venezolana, donde la estrategia y la táctica se entrelazan con personalidades y percepciones, la reciente retirada de Freddy Superlano y su decisión de respaldar a María Corina Machado en las primarias ha causado un revuelo significativo. Mientras las especulaciones y los comentarios se amontonan, surge un relato que subraya la autonomía de las decisiones dentro del partido Voluntad Popular.
Francisco Poleo, director de El Nuevo País, ofrece una visión interna que desafía las narrativas convencionales. “Del equipo ejecutivo nacional de Voluntad Popular me insisten en que la decisión de respaldar a María Corina Machado no fue de Leopoldo López, entre quienes habría poca comunicación”, informó Poleo. Esta revelación pinta una imagen de una estructura de toma de decisiones que es más descentralizada de lo que muchos pueden asumir.
El propio Superlano, según las fuentes de Poleo, habría sido el arquitecto interno de esta decisión y logró convencer al partido de dar el paso. “El voto de Leopoldo López fue sólo un voto más,” añadió la fuente a Poleo. Aquí, Leopoldo López, una figura que ha sido sinónimo de Voluntad Popular, se presenta no como el autor de esta movida, sino más bien como un miembro del coro.
Cabe destacar que no se puede confirmar que López no haya forzado a Superlano a tomar la decisión, sólo que no fue el coordinador de VP quien lo articuló internamente.
El respaldo a María Corina Machado llega en un momento de revisión y recalibración para la oposición. No es una mera coincidencia sino una declaración de intenciones, una reconfiguración de alianzas que podría ser esencial en la batalla más amplia por el futuro político del país.