Petro y la Polémica Diplomática: Colombia e Israel al Borde de la Ruptura
Las tensiones aumentan entre Bogotá y Jerusalén tras los comentarios del presidente colombiano Gustavo Petro en medio del conflicto en Gaza
Las relaciones entre Colombia e Israel se encuentran en un estado frágil, con el presidente colombiano Gustavo Petro amenazando con cortar los lazos diplomáticos. Este desarrollo surge en respuesta a la decisión de Israel de suspender las exportaciones de material de seguridad a Colombia, exacerbando una situación ya tensa alimentada por los comentarios públicos de Petro sobre el conflicto en Gaza.
“No apoyamos genocidios. Al presidente de Colombia no se le insulta”, afirmó Petro en la red social X, un claro reflejo de la tensión palpable que se siente en ambos lados del Atlántico. La decisión de Israel de suspender las exportaciones llegó tras lo que describieron como «declaraciones hostiles y antisemitas» del líder colombiano.
«Israel condena las declaraciones del presidente que reflejan un apoyo a las atrocidades cometidas por los terroristas de Hamás», dijo Lior Haiat, portavoz del Ministerio de Exteriores de Israel, evidenciando una ruptura preocupante entre dos naciones que han disfrutado de relaciones estrechas y productivas durante décadas.
Colombia e Israel han sido aliados en materia de seguridad, un lazo fortalecido por los conflictos internos y externos que ambos países han enfrentado. El Tratado de Libre Comercio, en vigor desde agosto de 2020, es testimonio de una relación que, hasta ahora, ha sido mutualmente beneficiosa.
La administración de Petro, sin embargo, ha expresado su apoyo a la causa palestina, una postura que ha intensificado las tensiones en medio de una guerra que ha atraído la atención y la condena internacional.
La convocatoria de la embajadora colombiana por el subdirector General para América Latina de la Cancillería israelí, Jonathan Peled, marca un punto de inflexión, donde los lazos diplomáticos se encuentran en una encrucijada. La decisión de Israel de detener las exportaciones de seguridad es la primera medida en una situación que podría escalar, afectando no solo las relaciones bilaterales, sino también la estabilidad en la región.
Mientras el mundo observa, las próximas acciones y declaraciones de ambos gobiernos serán cruciales para determinar el futuro de una relación que se encuentra, por ahora, en un terreno incierto y volátil. El delicado equilibrio entre la diplomacia y la seguridad se pone a prueba, y la comunidad internacional espera con la respiración contenida.