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Horror en Gaza: Un bombardeo mortal en hospital deja más de 500 muertos

La devastación en el hospital Al-Ahli marca un punto oscuro en el conflicto, mientras las acusaciones cruzadas y la tragedia humanitaria se intensifican.

La tragedia asoló la Franja de Gaza este martes, cuando un devastador bombardeo contra el hospital anglicano Al-Ahli resultó en la muerte de al menos 500 personas, según el Ministerio de Salud gazatí. La magnitud de la devastación ha hecho eco en la región, marcando lo que podría ser el ataque más letal en el territorio palestino en las series de conflictos entre Israel y Hamás desde 2008.

Israel, sin embargo, ha rechazado la autoría del bombardeo y apunta hacia el grupo militar palestino Yihad Islámica, alegando un lanzamiento fallido de cohetes desde Gaza. «Nuestra información indica que la Yihad Islámica es responsable del lanzamiento fallido del cohete que alcanzó el hospital de Gaza», sostuvo un portavoz de las Fuerzas de Defensa Israelíes.

Aumenta la confusión y la desesperación, la vicealcaldesa de Jerusalén, Fleur Hassan-Nahoum, reiteró la política israelí de preaviso antes de los bombardeos a hospitales. En contraste, un portavoz de la Yihad Islámica negó categóricamente la participación de su grupo en el ataque.

“Lo que está ocurriendo es un genocidio. Llamamos a la comunidad internacional a intervenir inmediatamente para detener esta masacre. El silencio ya no es aceptable,” exclamó Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina.

El bombardeo se produce en un contexto de creciente tensión y desesperación. Con la ofensiva israelí en Gaza intensificándose, cientos de civiles palestinos han buscado refugio en centros sanitarios, agravando la crisis humanitaria. La comunidad internacional, ahora más que nunca, se encuentra en la encrucijada de una intervención urgente.

El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, anunció un acuerdo con Israel para facilitar la entrada de ayuda humanitaria a Gaza desde Egipto. Mientras tanto, el presidente Joe Biden se prepara para encontrarse con su homólogo israelí, Benjamin Netanyahu, en un momento en que la paz parece un horizonte lejano.

La sombra de la tragedia se cierne sobre la región, con cada nueva explosión, con cada vida perdida, marcando un recordatorio sombrío de la urgencia de una solución duradera y justa para un conflicto que ha cobrado innumerables vidas y ha devastado generaciones. La mirada del mundo está fija en Gaza, donde la humanidad y la política se entrelazan en un baile mortal de consecuencias imprevisibles.