Si el régimen no cumple con esto, las sanciones podrían no levantarse.
La administración estadounidense ha lanzado un ultimátum al régimen de Nicolás Maduro: las sanciones continuarán a menos que se implementen garantías electorales adecuadas y se restauren los derechos políticos, incluida la rehabilitación de la candidata María Corina Machado. Estas condiciones forman parte del acuerdo firmado en Barbados, que ahora se encuentra en el epicentro de las negociaciones entre Estados Unidos y Venezuela.
“Si no se soluciona (las inhabilitaciones), las medidas que podríamos tomar a favor de ese acuerdo no podrían avanzar», advirtió Brian A. Nichols, subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, en una entrevista con NTN24. La restauración de los derechos políticos de figuras opositoras y la liberación de los prisioneros políticos son los dos pilares que, según Nichols, determinarán el futuro de las relaciones entre los dos países.
Estas declaraciones subrayan el enfoque pragmático de Estados Unidos hacia la crisis política en Venezuela. “Es clave solucionar esos dos temas”, enfatizó Nichols, apuntando a la necesidad de una elección competitiva que “represente la voluntad del pueblo venezolano”. La disposición de Estados Unidos para levantar las sanciones, sin embargo, no es incondicional. Depende en gran medida de los pasos tangibles que tome el régimen de Maduro para asegurar un campo de juego político nivelado.
En este complejo ajedrez geopolítico, la comunidad internacional juega un papel de observadora y, ocasionalmente, de mediadora. Nichols reafirmó que “la comunidad internacional está aquí para apoyar ese proceso”, pero la responsabilidad recae principalmente en las partes involucradas en Venezuela para avanzar hacia una resolución.
Mientras Venezuela sigue atrapada en una encrucijada política, la posibilidad de levantar las sanciones pende de un hilo delicado. Está atada a la voluntad política y a la capacidad del régimen de Maduro para honrar los compromisos establecidos en el acuerdo de Barbados, y para abrir espacio a una competencia política justa y representativa. En este escenario, las acciones futuras de Maduro determinarán no solo el destino de las sanciones, sino también la trayectoria política y económica de Venezuela en los años venideros.