Por qué Washington se entiende ahora con Maduro

MADURO BIDEN

La regularización de la vida política en Venezuela terminará con el madurismo también regularizado en la futura democracia. Serán el peronismo venezolano, considera Francisco Poleo en artículo publicado en El Español.

En un artículo publicado este miércoles en El Español, Francisco Poleo desentraña los matices subyacentes que están influyendo en la transición política de Venezuela, evidenciando que «en política, las mejores cosas se hacen por las peores intenciones». Poleo revela cómo la política, al igual que una historia policial, está guiada por una regla no escrita: «cherchez l’argent», o «busca el dinero».

Poleo, director de El Nuevo País, destaca un hallazgo crucial: la reciente confirmación de que Guyana, ayudada por Exxon-Mobil, encontró en 2015 un yacimiento con 11.000 millones de barriles de petróleo y gas en el Esequibo, un territorio disputado por Venezuela. “Ese maná descubierto está en el Esequibo, un territorio de 159.542 m2 reclamado por Venezuela desde 1822”, escribe el autor.

Esto presenta un retrato intrigante. La administración de Maduro, oprimida por sanciones internacionales y marginada en el escenario mundial, ahora está atada a una narrativa geopolítica que escapa a su control. Según Poleo, el reciente descubrimiento de petróleo ha reavivado un conflicto territorial, convirtiendo lo que alguna vez fue una disputa latente en un juego de ajedrez internacional.

La intervención de Estados Unidos es clave aquí. La administración Biden se ha alineado con Guyana, un cambio de tono que, según Poleo, es un testamento a los vientos cambiantes en la política internacional y la constante influencia del petróleo en las decisiones geopolíticas. «Washington no ha dudado en cuadrarse con Georgetown».

La democracia venezolana, en este contexto, se convierte en una moneda de cambio. El régimen de Maduro, restringido y asediado por sanciones, podría ver una ruta hacia la redemocratización como una salida. El artículo de Poleo revela que las conversaciones entre la Casa Blanca y Miraflores se han acelerado. “¿Qué pide Washington a cambio de no perseguirlos? Unas elecciones presidenciales libres y justas”, asegura el director de El Nuevo País.

Aquí se introduce otro actor intrigante: Catar. El pequeño emirato ha emergido como un mediador crítico, facilitando diálogos no solo entre Venezuela y Estados Unidos, sino también entre actores clave en el Medio Oriente.

Francisco Poleo en su análisis en El Español destaca que el eventual camino hacia la democratización en Venezuela está profundamente entrelazado con la geopolítica global, las sanciones internacionales, y la eterna danza alrededor del oro negro. En su perspectiva, la eventual apertura democrática de Venezuela no será simplemente un triunfo de la libertad sobre la opresión, sino también un testimonio del intrincado ballet de poder, petróleo y política. Como concluye Poleo, «serán el peronismo venezolano».

Este análisis ilustra que la lucha por la democracia en Venezuela no es aislada, sino parte de un tapiz geopolítico más amplio, donde las decisiones y consecuencias resuenan a través de las fronteras y las eras, demostrando una vez más que, en política, el dinero, la influencia y el poder son actores ineludibles.

Puedes encontrar el análisis completo en El Español (haz click).

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