La candidata a la elección primaria critica el acuerdo entre el gobierno y la oposición.
Delsa Solórzano, precandidata prominente a la elección primaria por Encuentro Ciudadano, no se ha mordido la lengua al expresar su desconexión y desconocimiento del reciente acuerdo firmado en Barbados entre el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición.
«No sé qué se va a firmar hoy, es una especulación en la que no me quiero aventurar, y en todo caso, si lo que se firma hoy es el otorgamiento de derechos, los derechos no se revierten, los derechos no se someten a referéndum ni se firman, esto solo ocurre cuando no hay democracia”, señaló en una rueda de prensa.
Su postura resuena con una sensación tangible de incertidumbre y desconfianza. Mientras Venezuela se adentra en un futuro político incierto, la firmeza de Solórzano se erige como un testimonio de la lucha por la claridad y la legitimidad.
El acuerdo en Barbados, que fue recibido con un aire de optimismo cauteloso por algunos, parece ser, para Solórzano, un enigma envuelto en un misterio. «Vengo a hablar de la unidad. Encuentro Ciudadano va a las primarias, hay que ir a votar. La elección aún no está decidida», afirmó, marcando una clara distinción entre la política de los acuerdos detrás de puertas cerradas y la democracia en acción.
La tensión entre la diplomacia y la democracia está en el aire. Mientras los signatarios del acuerdo en Barbados se felicitaban, Solórzano se estaba preparando para su propia batalla: la elección primaria.
«El objetivo es derrotar al dictador, así de simple. El objetivo no es que sea yo la abanderada presidencial porque si, que lo voy a hacer, cuando gane las primarias el domingo», declaró con determinación.
Gerardo Blyde, jefe de la delegación opositora en Barbados, ve el acuerdo como un avance significativo. Pero la pregunta persiste: ¿es suficiente un acuerdo cuando figuras clave como Solórzano alegan estar en la oscuridad?