El Rafeiro do Alentejo de pura raza, Bobi, supera el récord anterior de longevidad canina.
Bobi, un Rafeiro do Alentejo de pura raza, se ha convertido en el perro más viejo del mundo al fallecer a los 31 años en Portugal, según reportó Euronews Green. Su partida ha dejado a la comunidad amante de los animales en luto y ha establecido un nuevo récord de longevidad canina.
Nacido el 11 de mayo de 1992 en Leiria, Portugal, Bobi superó el récord anterior que pertenecía a Bluey, un perro ganadero australiano que vivió 29 años y cinco meses y falleció en 1929. La noticia de la muerte de Bobi fue confirmada en redes sociales por la doctora Karen Becker, una renombrada veterinaria que tuvo la oportunidad de ver al célebre can en varias ocasiones.
La historia de Bobi y su dueño, Leonel Costa, ha sido particularmente emotiva. Costa tenía apenas 8 años cuando Bobi llegó a formar parte de su familia. A lo largo de sus 31 años y 165 días de vida, como precisó la veterinaria Karen Becker, este Rafeiro do Alentejo fue testigo y protagonista de innumerables recuerdos junto a su humano.
Costa, al rememorar a su fiel compañero, compartió con The Associated Press algunos de los posibles secretos detrás de la notable longevidad de Bobi. Entre ellos, destacó la buena comida, el aire fresco y, sobre todo, el amor incondicional. Además, mencionó que Bobi siempre disfrutó de un «entorno tranquilo y apacible«, lejos del bullicio citadino. En un dato que puede sorprender a muchos, Costa reveló que Bobi «come lo mismo que nosotros» y nunca fue atado con una correa.
El legado de Bobi como el perro más viejo del mundo es un testimonio de la conexión especial entre los seres humanos y sus mascotas, así como un recordatorio de la importancia del cuidado y el cariño hacia estos fieles amigos.