BANCO MUNDIAL

Crisis alimentaria global: Restricciones comerciales y fenómeno El Niño agudizan la situación

Las prohibiciones de exportación y políticas monetarias restrictivas contribuyen al aumento en los precios de los alimentos en un contexto global ya desafiante.

La crisis alimentaria global se encuentra en una fase crítica, exacerbada por una serie de factores que van desde restricciones comerciales hasta fenómenos climáticos adversos.

Según el Banco Mundial (BM), la inflación de los precios de los alimentos ha superado la inflación general en un 78% de 163 países evaluados.

Los datos muestran una situación alarmante en países de bajos ingresos, donde un 57.9% de ellos registran una inflación de precios alimentarios superior al 5%. La situación es aún más grave en los países de ingreso medio bajo y medio alto, con un alza en los precios en el 86.4% y 62% de estos países, respectivamente.

En un panorama ya desafiante, ciertos acontecimientos han añadido más presión sobre los precios de los alimentos. Por ejemplo, la decisión de India de prohibir la exportación de arroz no basmati desde julio de 2023 ha desencadenado un incremento en los precios del arroz, lo que, según el Sistema de Información sobre los Mercados Agrícolas (SIMA), genera preocupaciones sobre posibles restricciones comerciales por parte de otros países como Myanmar y Filipinas.

Adicionalmente, el fortalecimiento del fenómeno El Niño presenta una amenaza para la producción de arroz en Asia, interrumpiendo las actividades agrícolas en los principales proveedores de este cereal en la región. La producción y exportación de arroz en Asia meridional y sudoriental, que representan el 58% de la producción mundial y el 80% de las exportaciones del cereal, podrían verse severamente afectadas.

Las políticas monetarias restrictivas implementadas por los bancos centrales globales para combatir la inflación también están jugando un papel en esta crisis. Al aumentar las tasas de interés, el acceso al crédito se vuelve más difícil para los agricultores y comerciantes de cereales, lo cual puede limitar el crecimiento de la producción a largo plazo e incrementar los costos de almacenamiento.

La crisis alimentaria global se ve agravada también por el aumento de las restricciones comerciales post-invasión de Rusia a Ucrania, las cuales buscan incrementar la oferta interna de alimentos y reducir los precios, pero que en la práctica están contribuyendo al encarecimiento y la escasez de productos básicos en el mercado internacional.

En un escenario donde la demanda de alimentos sigue en aumento, las restricciones comerciales y los desafíos climáticos están poniendo en jaque la seguridad alimentaria global. La necesidad de soluciones integrales y cooperación internacional es imperante para mitigar los impactos de esta crisis y garantizar el acceso a alimentos para todos en un mundo en constante cambio.