La heredera al trono español compromete fidelidad a la Constitución en una ceremonia solemne, marcada por importantes ausencias políticas y familiares.
La princesa Leonor de Asturias, heredera al trono español, ha jurado fidelidad a la Constitución Española en una ceremonia solemne llevada a cabo en el Congreso de los Diputados, marcando un paso significativo hacia su futura coronación. La ceremonia, presidida por la presidenta del Congreso, Francina Armengol, y con la presencia del Rey Felipe VI y la Reina Letizia, tuvo lugar en un momento político delicado para España, con notables ausencias de varios representantes políticos y miembros de la Familia Real.
La ceremonia comenzó con un discurso de bienvenida de Armengol, seguido de la jura de la Princesa Leonor, quien pronunció con firmeza su compromiso de desempeñar fielmente sus funciones y guardar la Constitución, así como respetar los derechos de los ciudadanos y las Comunidades Autónomas, mostrando madurez y seriedad ante el acto que la acerca más al trono.
La jornada oficial inició con la salida de los Reyes y sus hijas desde La Zarzuela, en un recorrido que culminó en el Congreso, donde fueron recibidos por el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y otros dignatarios. En el Hemiciclo, donde la Princesa pronunció su juramento, se observaron importantes ausencias, como la de los representantes de partidos como Junts, ERC, EH Bildu, PNV, BNG y otros, así como varios ministros del actual Ejecutivo.
La Princesa juró sobre el mismo ejemplar de la Constitución en el que lo hizo su padre, el Rey Felipe VI, hace décadas, un gesto simbólico de continuidad y respeto a la tradición constitucional española. Tras la jura, se llevó a cabo una salva de honores y la posterior firma de Leonor en el libro de Honor del Congreso, recibiendo además las medallas del Congreso y del Senado.
La princesa Leonor saluda a su llegada al Palacio Real.
Más tarde, en el Palacio Real, el Rey impuso a su hija el Collar de Carlos III, precedido y seguido por discursos de Pedro Sánchez y la propia Princesa, respectivamente, en los que se refrendó el compromiso con los valores democráticos y constitucionales del país.
Esta ceremonia, en la que la Princesa Leonor ha sido la protagonista, se enmarca en un contexto político desafiante, resaltando la figura de la joven heredera en un momento en que España enfrenta importantes retos políticos y sociales. La solemnidad del acto y el compromiso mostrado por la Princesa, proyectan una imagen de continuidad y estabilidad de la monarquía española en tiempos de incertidumbre.