Adam Kadyrov, adolescente, asume un papel de alta seguridad en Chechenia, en medio de controversias y acciones bélicas de su padre.
El liderazgo de Chechenia, marcado por un régimen de mano dura y acusaciones constantes de violaciones a los derechos humanos, ha tomado un giro aún más personal y polémico. Ramzan Kadyrov, quien ha mantenido un control férreo sobre la república rusa, ha designado a su hijo Adam, de solo quince años, como jefe de su servicio de seguridad.
El anuncio fue hecho por el ministro de Sanidad checheno, Adam Aljánov, en Telegram, donde elogió al joven por su «gran experiencia práctica» y su «fuerte espíritu guerrero». Estas cualidades, según Aljánov, hacen a Adam Kadyrov idóneo para el puesto y capaz de defender no solo a su padre, sino también a su pueblo y patria.
La controversia no es ajena a la familia Kadyrov. Tres de los doce hijos de Ramzan, incluyendo a Adam, ya han tenido un papel activo en el conflicto bélico, siendo enviados al frente de batalla a una edad temprana. Además, Adam ya ha sido objeto de polémicas, particularmente después de difundir un video en redes sociales donde aparecía agrediendo a un detenido. Este incidente, aunque respaldado por su padre, fue ignorado por las autoridades rusas.
Más allá del ámbito nacional, Ramzan Kadyrov se ha implicado profundamente en el conflicto en Ucrania, actuando como un «soldado de infantería de Putin» y amenazando con ataques militares contra países como Polonia. Las tropas chechenas han sido acusadas de cometer atrocidades en Ucrania, aumentando la preocupación internacional por las acciones de Kadyrov y su régimen.
Sin embargo, recientes informes apuntan a que Ramzan Kadyrov podría estar enfrentando serios problemas de salud, lo que añade incertidumbre al futuro político de Chechenia y su rol en la guerra en Ucrania. Con la designación de su hijo Adam, Kadyrov parece estar preparando el terreno para una continuidad de su legado, aunque la juventud y experiencia de su sucesor sean puntos de intensa discusión.