Gil defiende la postura venezolana en la audiencia de apelación de la Corte Penal Internacional.
En un enfrentamiento clave en la Corte Penal Internacional (CPI), el canciller de Venezuela, Yvan Gil, declaró que la nación sudamericana desbarató las acusaciones presentadas por la Fiscalía. «El día de hoy, nuestros juristas han demostrado que este es un caso políticamente creado», expresó Gil durante una transmisión en el canal estatal VTV.
La representación venezolana en la CPI se mostró confiada tras la audiencia de apelación, donde se discutía la continuidad de la investigación sobre presuntos crímenes de lesa humanidad en el país. Gil atacó directamente la motivación detrás del caso, alegando manipulaciones políticas: «Lo único que motiva este caso son razones de carácter político», dijo, citando al Grupo de Lima como un actor detrás de lo que describe como un intento de «crear una situación inexistente de manera jurídica».
La aparente firmeza del canciller no se limitó a la defensa contra las acciones de la Fiscalía, sino que extendió su alcance a la calidad democrática de Venezuela. «Tenemos una democracia fuerte y un respeto a los derechos humanos sólidos», afirmó, destacando la labor del sistema judicial venezolano. Gil se mantuvo firme en su posición: «Estamos seguros que esta apelación de Venezuela va a prosperar porque no hay razones para seguir el caso».
El optimismo de la delegación venezolana parece ser notable, y el canciller Gil lo manifestó diciendo: «Venezuela es una democracia sólida, pero la ejercemos con soberanía. Tenemos unas instituciones fuertes, la Constitución protege los derechos humanos». Con esta postura, Venezuela busca poner fin a la investigación que considera infundada y politizada.