Los precandidatos republicanos se posicionan a favor de sanciones y la independencia energética de EE.UU., alejándose de cualquier dependencia petrolera de Venezuela.
Durante el tercer debate republicano en Miami, Ron DeSantis y Nikki Haley, dos aspirantes a la candidatura presidencial por el Partido Republicano, se manifestaron a favor de reimponer sanciones a Venezuela como medida de política exterior.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, expresó que en su potencial presidencia, EE.UU. no debería depender del suministro de petróleo de Venezuela y abogó por la independencia energética del país.
Coincidiendo con DeSantis, Nikki Haley, exembajadora ante la ONU, también argumentó contra la importación de «petróleo sucio» de Venezuela, subrayando la necesidad de sanciones contra el gobierno de Maduro.
Además, Haley puso en relieve las implicaciones de la reciente aprobación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para los venezolanos en EE.UU.
La ausencia de Donald Trump en este evento refleja la creciente necesidad de los candidatos de establecerse como alternativas viables al expresidente. Con estas posturas, DeSantis y Haley buscan no solo diferenciarse dentro de un campo republicano competitivo sino también delinear sus perspectivas de política exterior enfocadas en la seguridad nacional y la autonomía energética de Estados Unidos.