Acusan a los republicanos de dilatar las negociaciones presupuestarias y poner al Gobierno al borde de un «shutdown».
La Casa Blanca emitió una acusación directa hacia los republicanos por lo que describe como una pérdida de tiempo en las cruciales negociaciones para la aprobación de los nuevos presupuestos que evitarían un cierre temporal del Gobierno.
La portavoz presidencial, Karine Jean-Pierre, expresó su frustración en la rueda de prensa diaria al señalar que estamos «a días de un cierre del Ejecutivo» debido a la inacción republicana.
El plazo final para llegar a un acuerdo se avecina este 17 de noviembre, tras una prórroga de 45 días acordada por el entonces líder de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy. El objetivo era negociar un presupuesto a largo plazo antes de que los fondos se agotasen.
«Queda trabajo por hacer. Tienen que mantener el gobierno abierto», instó Jean-Pierre, quien también apuntó al «caos» en las filas republicanas como la raíz de la amenaza inminente de cierre gubernamental.
La crisis se agudizó tras la controvertida extensión presupuestaria del pasado 30 de septiembre, que evitó un «shutdown» pero desencadenó una revuelta interna en el partido republicano, culminando en la destitución de McCarthy.
En un giro reciente, el nuevo presidente de la Cámara, Mike Johnson, propuso una prórroga presupuestaria parcial con fechas de vencimiento escalonadas para diferentes departamentos gubernamentales, permitiendo una negociación punto por punto de las partidas presupuestarias pendientes.
Los líderes demócratas y republicanos se reunirán en el Congreso para considerar esta nueva propuesta y, como dijo el presidente Joe Biden en un acto reciente en la Casa Blanca: «Ya veremos qué pasa».
El reloj avanza y la presión aumenta sobre los legisladores para evitar un cierre que podría tener consecuencias significativas tanto para los servicios gubernamentales como para la confianza en la capacidad del Congreso de manejar efectivamente la política fiscal.